n mi última columna, por la que fui acusado de rellenador autobombero sinvergüenza, dejaba caer al descuido como quien deja caer al descuido una nota de preocupación respecto a la virtual epidemia de obesidad que está azotando al mundo entero, un tema en el que no dejo de pensar desde que vi Wall-E.
Mi intención, para variar, fue interpretada para cualquier lado; y por eso el mentado post recibió tan sólo tres piojosos comentarios, por parte de los tres lectores de este sitio que lucen una silueta esbelta y atlética y por ende no se dieron por aludidos. Los otros 15 o 20 se llamaron a un silencio escandaloso como método de protesta, ya que se sintieron insultados porque, además de ser un cardumen de gordos mantecosos, sufren de hipersensibilidad en el nervio del ofendimiento.
Uno pensaría que gente grande e inteligente como creíamos que eran nuestros lectores actuaría con un poco más de altura y entereza, pero ya ves que no. Parecen nenes chicos.
Andá y fijate, vas a ver: Ni uno sólo de estos gordos culo de tarro se hizo presente.
Pero no importa. Para demostrar hasta qué punto soy mejor persona que ellos, aprovecho la presente coyuntura y aprovecho que hace un par de semanas se cumplieron tres años del nacimiento de La Hermandad de la Cafeína, y matando toda una bandada de pájaros de un tiro les obsequio ésta, la Semana Del Deporte & La Salud. Así que vamos con eso.
Todo comenzó cierto día en que me encontraba recopilando información para la tesis sobre licantropía que debo presentar a fin de obtener mi diploma en la Facultad De Zoología, Veterinaria Y Arrechuchos Inter-Especies, cuando de repente una mala curva me llevó hasta el sitio web del diario El País, y a un prometedor titular que rezaba "Llegó el lobo".
"Estoy de suerte", pensé esperanzado, "Alguien me adelantó el trabajo", y sin dilación me metí de cabeza, listo para copiar y pegar como un salado e irme a festejar con la tranquilidad del deber cumplido, sólo para darme de nariz con un articulete vaporoso de esos que pretenden llamar la atención a las autoridades y a la sociedad toda con el clásico discurso de que ya no podemos seguir esquivando el bulto y dándole largas al asunto y hablando por hablar y que la situación apremia, diantres (porque el artículo lo firma un señor con una pelada ASI de grande que tiene toda la pinta de ser un pensador serio y juicioso que no va a andar diciendo carajo o mierda o alguna guarrada de esas), y que ya es hora de tomar las riendas y empezar a proponer soluciones concretas, así que a ver quién es el primero en tirar una idea que yo los escucho lol
Creo que esto ya lo dije aproximadamente unas soretecientas veces en el pasado, pero a mí me enseñaron que si no tengo nada que decir, más vale me quede callado. ¿Qué pasa con todos estos intelectualoides tan cerebrales, que tanto saben de todo y que no se los puede leer sin tener que recurrir a un diccionario enciclopédico cada dos párrafos, y sin embargo nunca aprendieron una verdad tan simple, que a mí me enseñó mi bisabuela que se vino de España sin siquiera haber hecho la escuela y además cuando lo dijo estaba recontra senil y cuando le pedías leche fría te hacía leche caliente y le tiraba un cubito de hielo adentro?
Prestá atención, a ver si aprendés cómo lo hace un profesional.Y si la culpa es del periódico que necesita rellenar espacios en blanco con cualquier cosa y por eso obliga a sus mejores y más pelados pensadores a escribir esta suerte de columnas de guata, mi consejo es que se renueven un poco y hagan como se hace en tantas páginas de internet cuyos autores, conocedores de sus propias limitaciones en el terreno de la dialéctica, cada vez que se quedan sin nada interesante para decir distraen la atención de la fonoplatea encajando una foto de alguna minita. La gente no es estúpida --Bueno, está bien, la gente es estúpida, pero de todas formas, por más pelado que sea tu columnista, igual cualquiera se da cuenta cuando su columna no dice nada. Por otra parte, nadie te va a discutir que si hay algo mejor que callarse la boca cuando no se tiene nada que decir, es callarse la boca y poner fotos de minitas. Es una fórmula ganadora al 110%.
No puedo creer que haya que enseñarles cosas tan elementales.
Pero de lo que quiero hablar es del párrafo que abre la columna, en el que nuestro pensador aprovecha que había luz y estaba abierto para lamentar que, con tanta PC y tanta internets, los niños de ahora ya no juegan como los niños de antes ...
Me temo que los juegos de nuestra infancia han sido sustituidos por la televisión y la PC. Especialmente los juegos al aire libre, con los amigos del barrio. Que incluían, por supuesto, la mancha (con su variedad, la "venenosa"), la escondida y el lobo feroz. En nuestro caso, seguramente existían otras versiones, este último juego comenzaba con un canto ("juguemos en el bosque mientras el lobo no está") a lo que seguía la pregunta "¿lobo estás?".
"¡FOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAA--", reflexioné boquiabierto, un hilo de baba cayendo sobre el teclado, filtrándose entre las teclas, llegando a los microchipckxs computacionales electrónicos de la unidad y provocando un cortocircuito que me obligó a comprar un teclado nuevo para poder seguir escribiendo, "--AAAAAAA....!", concluí. "¡Cuánta verdad que tiene este tipo abajo de esa pelada! Es talmente como dice él, es tan cierto como... como...", empecé a gesticular con las manos en el aire, intentando barajar el concepto que revoloteaba eludiendo mis manotazos cual temeraria mosca que se sabe amenazada pero se divierte desafiando a la fatídica palmeta.
Por suerte, un atento ciudadano me echaba una mano en la sección de comentarios que ahora tiene este prestigioso periódico ...
aleandresluca 28.07.2008 | 21:31
Es tan cierto como la boragine de la tecnologia nos esta devorando.Como no recordar en el patio de la escuela la famosa rayuela,el elastico o la mancha hielo o la venenosa.Tengo 2 varones de 13 y 4 años y el grande no sabe lo que son esos juegos y no porque no se los contara.Que triste, y cada vez sera peor porque nos mandan del tercer mundo cada dia algo nuevo.Y si habra lobos en todo el mundo,no solo aca.La verdad que nostalgia al leer este segmento,me hizo revivir mi niñez y pre adolescencia.Inculquen esos sanos juegos y retiren a sus hijos de la pc!!!!
Exactamente. Eso es lo que yo quería decir.
La borágine nos está matando. Esos maquiavélicos genios maléficos del tercer mundo siempre nos están vendiendo cosas nuevas sólo para llenarse los bolsillos, sin importarles si le arruinan la infancia a nuestros hijos. Como dice mi conciudadano: retiren a sus hijos de la pc!!!! Y ya que están en eso aprovechen y retiren a los pardos semiletrados que vomitan huevadas en los sectores de comentarios de las páginas web!!!!
Aquélla noche no pude dormir. Entre el pelón intelectual de la nota y el gorila subnormal del comentario me habían contagiado con la preocupación por la salud de las nuevas generaciones.
En mi caso el asunto se torna particularmente delicado, siendo padre de una niña que ya empieza a hacer sus primeras armas en el mundo de la informática. Mi pequeña está en la edad justa para intervenir y hacer lo posible por avivar su interés por entretenimientos más sanos y constructivos, como los juegos al aire libre y los deportes. Si bien mi principal interés para su futuro es que sea una chica inteligente, culta, alegre y -por sobre todas las cosas- lesbiana, quiero que sea una lesbiana de las que están buenas, no una de esas vaquillonas resentidas detrás de cuyas piernas podría esconderse toda una familia de inmigrantes coreanos.
Y ya puesto, capaz que así logro que me deje la PC a mí un rato, que hace como dos meses que instalé el Call of Duty 4 y todavía no lo pude agarrar el tiempo suficiente para pasar de la tercera misión, mal rayo parta a esta borrega del orto.
El primer fallo que le encontré a mi plan fue que no sé absolutamente nada de deportes. Lo único que sé de deportes es lo que aprendí leyendo RANT, y yo escribí la mitad dos tercios de esos artículos.
Por suerte, siempre se puede contar con la internets ...
¿Y? ¿Qué tal? ¿Leíste todo? ¿En serio? Y bue, jodéte. ¿Cuándo vas a aprender que cuando yo cito un texto lo único que tenés que leer es lo que te marco con negrita y colorete? ¿Ves esa clase de marca en algún lado en todo ese mazacote? ¿Y entonces? ¿Sos masoquista o qué problema tenés?
No, no tengo la menor idea de qué carajo dice ahí, y tengo la sospecha de que voy a morir sin saberlo jamás, y tan contento. Eso fue lo primero que salió cuando puse "deporte salud infancia" en Google, así que supongo que será algo tan cierto como la nariz en el medio de tu cara, y que será algo relacionado al deporte y a lo bien que hace practicarlo. Y remarco: PRACTICARLO. Porque no es "deporte" si solamente te limitás a acomodar tu descomunal trasero y a mirar cómo lo hacen otros ...
Pero tan importante como la alimentación es el ejercicio, y el hecho es que el deporte compartido por padres e hijos es, en la práctica, escaso, aunque sí es frecuente verlo juntos por televisión.
No es lo mismo practicarlo que sentarse a mirarlo, no señor. La diferencia, de hecho, es tan grande que podría ser lo que separe la vida de la muerte. O por lo menos la vida de la vida todo quebrado y lleno de moretones.
Quizás te parezca que dramatizo, que soy exageradamente alarmista como acaso podría esperarse de un novato en el tema, así que voy con un ejemplo concreto para cerrarte el hocico. Cachate esta comparación:
En primer lugar tenemos a Vidal, que -y estoy citando- ...
... impactó a alemanes con su excelente estado físico.
Desde luego, imagino que a esta altura no hace falta aclarar, cuando menciono el nombre "Vidal", que no tengo la más perra sarnosa tuerta y renga de una pata idea de quién es Vidal o de qué carajo hizo; fue otro de los resultados de la misma búsqueda, y así como lo vi copié y pegué. En cualquier caso, el punto es que su excelente estado físico impactó a alemanes, y convengamos que cualquier cosa que impacte a un pueblo que está acostumbrado a hacer jabones con gente tiene que ser algo realmente impactante.
En segundo lugar, tenemos a este jovenzuelo que se creyó que mirando ese ballet grupal homoerótico que se ha dado en llamar "el fóbal" alcanzaba para tener un estado físico que lo pudiera sacar de aprietos llegado el caso. Pero resulta que, en el momento menos esperado, llegó el caso, y ...
En un momento se vio en la Amsterdam a un hincha vestido con camiseta de Nacional siendo perseguido por varios otros parciales. Nadie entendía nada, lo cierto es que cuando lo alcanzaron recibió golpes y puntapiés por doquier hasta que alguien de la propia barra vino a interceder. ¿Qué pasó?
Al parecer, el pibe era un hincha de peñarol que, disfrazado de hincha de nacional, intentó infiltrarse en la barra contraria. Una cuestión de espionaje, supongo. No tengo idea. En todo caso, parece que el contraespionaje pudo más.
"¿Qué pasó?", se preguntaba entonces el cronista, que al parecer es medio quedadito y le cuesta. "Pasó, querido amigo," le respondo yo solícito, "que lo cagaron a trompadas porque se creyó que años y años de mirar fóbal sentado lo habían convertido en un gimnasta que iba a poder escapar de la turba enardecida conectando una serie de imposibles combos acrobáticos, cual si fuera una cruza de Neo y una liebre que corre por su vida mientras una jauría de galgos la persiguen con las lenguas al aire y los ojos inyectados en sangre".
Por qué pasó, hubiese sido la pregunta correcta; y la respuesta sería "porque no supe terminar ésta columna a tiempo para advertirle". Así que quizás debería sentirme culpable, si no fuera porque a los futboleros me los paso por el empeine de la chota, y si revientan todos y quedan sepultados bajo las ruinas del estadio centenario para mí se le hace un favor a la humanidad.
La moraleja de todo esto, desde luego, sería que el deporte es salud. Y a las pruebas me remito. Si ese pibe hubiese corrido más rápido, hoy seguiría caminando derecho.
En cualquier caso, aprovechando que le di esa mano al periodistucho con su duda, quizás él pueda retribuirme explicándome "¿Qué pasó?" con esta oración ...
Cuando llegó hasta el último anillo y lo acorralaron, los coraceros, desde el talud, intentaron interceder, pero sólo pararon cuando se arrimó este "pesado" de la barra y cuando los coraceros ya ingresaban a sacar al muchacho.
... porque mi monitor anda medio jodido del vertical y me deforma una parte de la imagen, y entonces cuando la leo desde ésta perspectiva, poniendo la cabeza así, parecería que no tiene ningún sentido
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