:: Editorial  :: Prensa  :: Sociedad  :: Farándula  :: Cultura  :: Ciencia  :: Espiritual  :: Deportes  :: Policial  :: Política  :: Investigación

 :: Jugar a la escondida :: Tiempos duros, perros duros :: Si la zuricata no va al misterio... :: Y hablando de mentes brillantes... :: El lado Coca-Cola de la vida eterna :: De óbices que no son :: Fe de ratas :: ¡Viva Batman! :: Pensar la Historia :: Locademia de terroristas

 :: Poder Perruno :: Mefisto era uruguayo :: Bug en el Army Men :: Prohibido fumar el césped :: Nessie: Revelado :: ¿Por quién dobla el cascabel? :: Sasquatch, abogado :: Si la zuricata no va al misterio... :: Untitled Graduate :: iNdiopod :: iNdiopod: Toda la verdad. :: Mi arco es acá, entre las puertas del closet :: La evolución, en la sala de juegos, con el vino envenenado :: ¿Y... dónde está el diseñador gráfico? :: No tengo el arte de ser claro...

Octubre 2009
Agosto 2009
Julio 2009
Junio 2009
Febrero 2009
Diciembre 2008
Noviembre 2008
Octubre 2008
Setiembre 2008
Agosto 2008
Julio 2008
Mayo 2008
Abril 2008
Marzo 2008
Febrero 2008
Enero 2008
Diciembre 2007
Noviembre 2007
Octubre 2007
Setiembre 2007
Agosto 2007
Julio 2007
Junio 2007
Mayo 2007
Abril 2007
Marzo 2007
Febrero 2007
Diciembre 2006
Noviembre 2006
Octubre 2006
Setiembre 2006
Agosto 2006
Julio 2006
Junio 2006
Mayo 2006
Abril 2006
Marzo 2006
Febrero 2006
Enero 2006
Diciembre 2005
Noviembre 2005
Setiembre 2005


This page is powered by Blogger. Isn't yours?





















martes, 12 de junio de 2007
Graduados de la secundaria de Galesburg no tienen qué colgar de la pared.

l pasado 27 de Mayo, la joven Caisha Gayles, de Galesburg, Illinois, se graduó de la secundaria local con honores. O eso es lo que dice ella, porque lo cierto es que no tiene un diploma que lo certifique. ¿El motivo? Sus amigos y/o familiares armaron demasiado barullo cuando le tocó subir al estrado, lo cual constituye una violación a los términos de un contrato de buena conducta firmado un mes antes por ella y sus padres -así como por todos los demás estudiantes del instituto y sus respectivos padres-, y se penaliza con la retención del diploma.

Interpretación artística de Caisha Gayles, abatida ante este doloroso trance. Nótese cómo las compañeritas aprovechan la circunstancia para abusar de ella, y encima se hacen las otarias. Son las peores.
A propósito, éste es mi brindis celebrando la aparición de cualquier noticia que justifique meter imágenes de colegialas.
(Click para ampliar)

"Muchos padres se quejaban por no poder oír cuando se llamaba a sus hijos", dijo Joel Estes, superintendente asistente de Galesburg que, a juzgar por ese título que suena tan exageradamente pomposo como obviamente ficticio, debe sufrir un complejo de inferioridad terrible, "y eso nos movió a tomar acción para restaurar algo de dignidad y honor a la ceremonia, de modo que todo el mundo pueda apreciarla y disfrutarla".

No se pude negar que el de Estes es un razonamiento acertado y difícilmente discutible. A menos, claro, que seas uno de los graduados que se queda sin su diploma porque la gente que está en las gradas festeja con demasiada efusividad. Como la antes mencionada Caisha, que dijo: "Fue, tipo, el peor día de mi vida [...] Fue devastador"; de lo que se trasluce que obviamente ella no contaría entre los que "apreciaron y disfrutaron" la ceremonia.


¿Qué le pasa a esta gente que no puede alabar al Señor en respetuoso y embolante silencio mortuorio, como hacen los estrechos arrugados de Roma?
¿Son felices o qué?
(Click para ampliar)

De cinco estudiantes que sufrieron este castigo, cuatro eran negros y el restante era hispano. Atentos a este detalle, no faltó quien sacara a relucir la carta de la discriminación racial. "La raza no tiene nada que ver", afirmó Tom Chiles, director del instituto, "Se trata del volumen del tumulto en el momento del incidente".

Y en ésta sí que estamos con Chiles: Cualquiera que haya visto una de esas iglesias evangélicas afro-americanas que hay por todo E.E.U.U. (Imagino que debe haber por todos lados, al menos sé que aparecen en todas las películas que vienen de allá) sabe bien que los negros tienen una predisposición genética a ser mucho más quilomberos que los blancos; así que la culpa no es del colegio.


Nadia Trent, otra víctima del férreo reglamento, planea apelar; pero dice que si eso no funciona dejará que las autoridades del instituto se queden el diploma y se lo metan bien metido en el orto (Esto último estaba implícito en la declaración).

"No es justo, alguien que no me quiera podría gritar intencionalmente para perjudicarme", agregó Nadia con atendible agudeza, "No puedo controlarlos a todos, sólo a aquéllos a los que les di invitaciones".

Y sí, qué quieren. Los poderes de control de Nadia tienen sus límites, pobre muchacha. O acaso los controle por medio de algún dispositivo oculto en las invitaciones


  ¡EL ACERVO LE JODIO LA FIESTA!

Se desboca el estado de la pradera con el caso Caisha Gayles. Al parecer la pasta gansa sería el motivo de tal jolgorio. Fotos reveladoras muestran a Patrick Gayles (el padre de la nena) comprando acciones en Pitos&Matracas, Inc. Al mismo tiempo, Nadia Trent, de X-Men, perdía sus poderes y Juanma de Baño Polaco escribía un mail revelador en contra de esta página.

2 + 2 = Apocalipsis. Yo mañana mismo salgo con mi andar renovador a lo Robin Williams, irrumpo en cualquier universidad, me paro encima del pupitre y "¡Oh, Capitán! ¡Yo también me la creo, mi capitán!"

He de quedar purificado.

  Interlunio, corresponsal de RANT en Galesburg

Etiquetas: ,





(0)









 

La mayoría de los textos publicados en este sitio no deberían ser tomados muy en serio, y definitivamente no deberían ser leídos por niños o personas con hipersensibilidad en la glándula del ofendimiento. Las opiniones volcadas en los artículos publicados en este sitio no necesariamente reflejan las opiniones del Editor en Jefe y Webmaster, de hecho ni siquiera reflejan las opiniones de las personas que los escriben. Si hay que responsabilizar a alguien por lo que se lee acá, yo diría que el diablo nos obligó.

Contacto: webmaster@cafeinitaprodigo.com

(c) 2005-2008 La Hermandad de la Cafeína

eXTReMe Tracker