jueves, 10 de mayo de 2007

Pensar la Historia

Diario opositor al régimen uruguayo no leería sus propias enciclopedias.

omo podrán recordar aquéllos que hayan tenido la fortuna de leer los diarios antes de ser procesados por el Ministerio de la Verdad del régimen marxisista que oprime al Uruguay, a principios de este año salían a la luz los textos de historia reciente especialmente tunneados por los esbirros del gobierno con el fin de hacer de nuestros estudiantes de educación secundaria unos ciudadanos provechosos y funcionales al sistema. En aquél momento hubo algunos valientes que alzaron su voz en protesta contra este vil método de manipulación mental, pero sin demasiado éxito; evidentemente los tiranos aprendieron a proteger sus perversos planes para evitar enojosos retrasos en su agenda de dominación global.

Por fortuna para todos nosotros, los rebeldes no se rinden fácilmente y apelaron a un plan B para continuar la lucha desde la clandestinidad: El Partido Nacional, a través del diario El País, su órgano reproductor de noticias oficial, presenta una serie de textos alternativos a la versión oficial; esto es, su propia versión personalizada de la historia reciente del Uruguay. El invento ha sido un éxito rotundo, al punto de que cada nueva entrega es acompañada por un editorial en el diario que, con tonito socarrón, celebra cada nueva pequeña victoria en esta guerra por la posesión de las mentes de los niños y jóvenes uruguayos.

En su edición del pasado 9 de Mayo, El País publica una más de estas petit columnás de autobombo promocionando el último fascículo de su enciclopedia, en la que el agudo editorialista aprovecha para mandarle una mojada de oreja a los zurditos de siempre ....

En una entrega de la muy útil y recomendable serie de fascículos sobre la "Historia reciente" que "El País" entrega gratuitamente con su edición de los martes, se recuerda que en 1946 Stalin se negó a integrar el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, presumiendo que Estados Unidos iba a servirse de las instituciones internacionales para regir los destinos del planeta. Sesenta años más tarde, cincuenta y cuatro años después de su muerte, cuando incluso dentro de la Unión Soviética ya ni se acuerdan de Stalin, cuando muchos países que antes estuvieron bajo su órbita se adhirieron a ambas instituciones, en el Uruguay, un grupo de zonzos y zonzas siguen oponiéndose al Banco y al Fondo como en los viejos tiempos.

No saben que Stalin murió.

A ver, ¿me ayudan a hacer una cuentita? Dice: 1946... más... sesenta años... Mmm-mmm-mmmm... es igual... 2006.

¿2006?

2006.

Dos. Mil. Seis.

...

¿Unión Soviética?

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