sábado, 28 de febrero de 2009

Take a look at the lawman beating up the wrong guy

Oi, ¿cómo andan? ¿Todo bien? Pasaba por acá y se me ocurrió recomendarles una serie.

Por æclipse µattaru 

adre santa qué basura es la TV uruguaya en verano. O sea, no es que en invierno sea un prodigio artístico, mind you, pero en verano... Ay dioíto mío.

Extraño a Tinelli, fijáte.

La cuestión es que estoy un poco entre la espada y la pared: No puedo salir a hacer playa como haría cualquier hijo de vecino, debido a que sufro un desorden genético a favor del cual me resulta terriblemente nociva la exposición prolongada a la imbecilidad de otros seres humanos, así que estoy obligado a quedarme encerrado y sacar lo mejor que pueda de la TV. Y lo mejor que puedo sacarle es su capacidad de proyectar imágenes provenientes de un disco en el que grabé cosas que bajé de internet.

Con tal fin, estoy constantemente a la caza y a la pesca de grandes obras de arte televisivo para matar el rato. Y mi último gran hallazgo es Life on Mars (UK).

“Mi nombre es Sam Tyler. Tuve un accidente y desperté en 1973. ¿Estoy loco, estoy en coma, o viajé en el tiempo? Sea lo que sea, es como si hubiese aterrizado en otro planeta. Si puedo descubrir por qué sucedió esto, quizás pueda volver a casa.”

Life on Mars (UK), como bien lo acaba de exponer su protagonista, cuenta la historia de un inspector en jefe de la policía británica que tiene un accidente de tránsito y despierta siendo un detective recién llegado al mismo distrito en el que trabaja normalmente, pero en 1973. Como se puede deducir, si bien la serie es principalmente un policial ambientado en la década del 70, se juega mucho con esa idea de si será un viaje en el tiempo real, o si el tipo estará delirando en coma, o si estará definitivamente loco, y para ilustrar ésta confusión se usan frecuentes toquecitos oníricos / pseudo-sobrenaturales; como una especie de David Lynch Light.

En pocas palabras, desde la primera temporada de Lost que no veía algo que considerase tan genial como para volver a verla desde el principio ni bien llegué al final.

No es que sea un gran prodigio argumental tampoco; ciertamente es mucho más sencilla que la odisea de los náufragos locos y de hecho más de una vez deja la impresión de que, más allá de que es evidente que hay un esqueleto argumental que fue pensado desde un principio, la mayoría de los episodios se van escribiendo sobre la marcha, agregando detalles y personajes para estirar y/o complicar la trama sin ningún tipo de, cómo podríamos decir, pudor artístico.

Tampoco son los casos que componen cada episodio en sí mismos, que de hecho son de lo más predecibles; hubo sólo tres en los cuales no acerté con el culpable, incluyendo uno en el que no acerté porque me negaba a creer que la solución fuera tan chota y otro en el que las pistas son tan vagas e insubstanciales que lo mismo podía saltar el guionista en el último momento y decir: “El culpable soy yo, yo escribo los guiones, invento a los personajes, y por lo tanto soy el responsable de sus muertes lol”.

Pero los personajes --madre santa, los personajes. Cada uno de ellos es la mejor conjunción de actor y guión que haya visto en muchísimo tiempo, y juntos forman un equipo de reputa madre.

Al poco tiempo de descubrir Life on Mars (UK) me enteré de que en ese preciso momento la ABC estaba haciendo una remake. Desde luego, la sóla idea ya olfatea a fracaso, por el simple hecho de ser un producto americano que intentaba emular uno británico, que es algo que nunca puede terminar bien; y hoy, después de haber conocido en profundidad a los protagonistas de la versión inglesa, puedo declarar con total conocimiento de causa que, en efecto, la versión americana está condenada al fracaso más estrepitoso. Si no por cualquier otra cosa, porque es imposible que exista otro Gene Hunt. Detective Inspector en Jefe Gene “The Gen Genie” Hunt. No existe de éste lado del universo otro tipo que pueda llegar -ni siquiera saltando- a rascarle los talones a Philip Glenister diciendo cosas como ...

´Nuff said. En resumen, ésta serie está hecha de pure win.

Y además, está la banda sonora. Por razones obvias, la misma incluye cosas como David Bowie, The Who, Pink Floyd, T. Rex, Roxy Music, etc., etc., etc. Todo el tiempo. TODO. EL. TIEMPO. Uno no termina de darse cuenta de hasta qué punto eran geniales las –indiscutiblemente geniales- bandas de rock británico de los 70, hasta que las oye como cortina musical de una serie como ésta.


En otro orden de cosas, acabo de encontrar el invento del siglo. Ya no voy a poder tomar café de la misma manera. El 29 de Marzo es mi cumpleaños; si hubiese en la fonopolatea alguien que tuviese interés en conquistar mi corazón, acá tiene lo que yo llamaría un muy buen comienzo

3 comentarios:

  1. Been there, wached that.
    Si por alguna razón te pica el bichito de la curiosidad y te bajás Ashes to ashes, no lo hagas, arruina todo, era todo tan bonito y lo arruina.
    Aunque, a decir verdad, me aburrí como al tercer capítulo y no la seguí viendo...

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  2. El blog de cine está up & runing en http://doshorasperdidas.blogaspot.com si te querés sumás sólo tenés que chiflar modicamente fuerte. No tengo problema y el otro escritor se borró miserablemente.

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  3. Upa escribí mal la dirección, típico.
    Por si la moscas, es blogspot, no blogaspot, que creo que es una página de porno belga. O búlgara.

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