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a tarde del liceo Nº 55 se tiñó de rojo con un conflicto entre estudiantes que, como suele ocurrir con todos los conflictos de esta generación completamente degenerada y carente de retenes morales, terminó con uno de los protagonistas apuñalado por la espalda con el cuello de una botella.
Desde acá queremos hacer un llamado a la reflexión, e invitar a los adolescentes todos en su conjunto a apelar al sentido común: Muchachos, si vamos a hacer nuestra propia versión de Columbine, pongámosle un poco más de ganas, ¿eh? Quiero decir, ¿el cuello de una botella? ¡Ellos usaron rifles semiautomáticos, por el Amor de Dios! ¿Y dónde está la declaración acusando influencias malignas de KMFDM o del Doom para despertar suspicacias entre los moralistas protectores de la sociedad? Nada. Ni siquiera una mísera mención a Motosierra, por lo menos.
Interpretación artística de la minusa en cuestión.
"¡Solina la corbina! ¿Tenés un raviol?"
¿Qué mensaje le estamos dando al mundo? Yo les voy a decir: Que nos quedamos estancados en el siglo XIX, ése es el mensaje; si nuestros adolescentes resuelven sus diferencias como dos malevos arrabaleros. Y para peor, todo el problema se originó por una pebeta. Un lío de polleras.
Me avergüenzo de llamarme uruguayo.
Como para dejar el punto bien en claro, el cronista de La República desempolva el diccionario folklórico de la tatarabuela Ramona, segunda edición corregida y ampliada, y titula su nota utilizando el imposiblemente arcano término "tole-tole".
En las palabras del famoso poeta: "¡Me están cachando, me están cachando!"
Etiquetas: æclipse µattaru, policial
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