Jumping someone else's train

Argentina nos da una lección de cómo se hace para generar mano de obra y cultura al mismo tiempo: Una mirada al decimoséptimo círculo de parásitos que viven gracias a un Reality Show.

efinitivamente, la Web (así, con mayúscula) está creciendo... Y definitivamente está llegando mucho más allá de lo que todos (sí, todos.... ahora no se hagan los "no, yo les tenia fe" porque no se los cree nadie) esperaban cuando, allá por Julio del 2005, un grupo de vagos con demasiado tiempo libre y una colección de nicks de lo más bizarros se juntaban para lanzar una página con algún que otro cuento, alguna que otra critica de algún libro o película y alguna que otra noticia por ahí, como para llenar espacio. Entre ese punto y el día de hoy los meses fueron pasando, el cúmulo de ensayos, notas, críticas y demás porquerías que tenemos archivadas fue creciendo, los colaboradores se fueron sumando al mejor estilo "La Comunidad del Anillo" (no me canso de escuchar a Aragon decir "You have my sword"), y la gente de a poco se fue interesando, pispeando de vez en cuando para ver qué hacía esta manga de locos. Adónde quiero llegar con todo esto, se preguntarán ustedes... pues síganse preguntando, porque no se los pienso decir. Pero me pareció una buena introducción de donde enganchar lo que voy a decir a continuación (porque de algún lado lo tenia que enganchar, vio)...

Metalero pensando qué se le cantaría hacer.

Hace unas semanas, navegando por las insondables profundidades de RANT, me percaté de un hecho no menor: A pesar de la naturaleza argento-uruguaya del destacadísimo staff de profesionales en "lo-que-sea-que-estemos-haciendo-acá" mencionado con anterioridad, aún no he visto que ninguno de mis compatriotas levantara la mano para decir "che, acá también pasan cosas", e hiciera, por consiguiente, algún tipo de aporte a la sección de noticias (o a lo mejor sí paso, pero me lo perdí en alguno de esos lapsus que me pegan cada tanto en donde no entro a la página por semanas).

Teniendo esto en mente, quien suscribe juntó todos sus antecedentes y un par de pesos para el bondi, y se dirigió hacia el mismísimo cuartel general, para hablar con el mismísimo jefe de jefes, con la idea de presentarse como voluntario para paliar dicha falta de novedades de este lado del charco... y de paso demostrar que no es sólo una cara bonita (sí, ya se lo que están pensando... pero aunque estemos hablando de una cara que de bonita no tiene nada, no deja de ser un cliché que siempre suena bien). De este modo, después de una serie de largas discusiones y deliberaciones, nuestro bienamado webmaster básicamente me dijo: "Hacé lo que se te cante"... Así que, aquí estoy... haciendo lo que se me canta... ahora sí, vayamos al tema que nos compete...

Como se que entre nuestros lectores se encuentra la gente más culta y mejor informada de este lado del Pacífico (y del otro también, por que no), probablemente pueda ahorrarme el trabajo de explicarles qué son y de qué tratan los "Reality Shows". En esta ocasión voy a referirme en particular al precursor (y por consecuente más viejo, más grande y más mejor) de todos ellos: "Gran Hermano". Desde que apareció por primera vez, hará cosa de diez años, ha generado decenas de copias a lo largo y ancho del globo, millones de seguidores y, por sobre todas las cosas, una más que generosa suma de monedas para los respectivos productores de cada una de las versiones de cada país. Como era de esperarse en un país como el nuestro, en donde el "lei motiv" parece ser "Muchachos, no trabajemos, a ver si llega a ser contagioso", la gente se agolpa para participar. Y es que por estos pagos, encontrar un productor que te diga "Mirá, te vamos a pagar 5.000 mangos por estar pelotudeando todo el día mientras te filmamos" es más o menos equivalente a encontrarse al genio de Aladino... pero con la ventaja de que éste ya conoce tus deseos por adelantado...

Así que, para fortuna de los productores (y desgracia de las neuronas de la gente), "Gran Hermano" se volvió increíblemente popular en nuestro país, llegando actualmente hasta la cuarta edición. Por supuesto, en el segundo puesto del podio de la "felicidad GH" se encuentran los participantes, que ya se relamen pensando en todos los programas, revistas, anuncios publicitarios y publicaciones faranduleras en los que van a robar cuando se les termine el curro de "la casa". Pero además, alrededor de todo esto, se encuentra toda una fauna (de lo más variopinta), de personajes que pretenden meterse por la ventana en el mundillo del reality: supuestos ex-novios celosos, ex compañeros barra-bravas, y una lista de etcéteras más larga que el estado de cuenta de Bill Gates. Hasta acá nada nuevo. Esto viene pasando desde que los reality shows son reality shows.¿Para qué laburar si podemos aprovecharnos de los medios que nos pagan por decir cualquier gilada? Pero, y hete aquí la novedad, hace unas semanas un nuevo protagonista se sumó a la nómina de parásitos chupa-sangre que pretende subirse al tren del "Big Bother"... un super-héroe, para ser más precisos... bah, por lo menos eso es lo que dice él...

Nuestro temerario super-héroe, en todo su esplendor.

Hace unos cuantos meses, un personaje comenzó a rondar las lúgubres profundidades de la red, diciendo ser un super-héroe y haciéndose llamar "Capitán UP". Aparentemente, el tipo no tiene más super-poderes que la habilidad de poder rascarse el higo todo el día sin ningún tipo de irritación, ni otra meta en nuestro planeta más que la de poner UP a toda la gente (lo cual, si lo traducimos a "Argentino básico", claramente se lee como: CHANTA). Aun así, de a poco logró reunir cierta cantidad de "aficionados" y lentamente vio como las 2 visitas diarias de su blog se convertían en 6 o 7... y hasta probablemente haya llegado a juntar 10 después de cierto tiempo.

Pero, como todos sabemos, la gente que se ha hecho famosa gracias a un blog se puede contar con los de dos de la mano de un aserrador ciego. Por lo tanto, necesitaba algo impactante, algo realmente UP... hasta que un mágico día, viendo la tele (cambiando de canal con la izquierda, porque la derecha la tenía ocupada en rascarse), dijo: "CLARO!!!... ¿Cómo no se me ocurrió antes?!!!... GRAN HERMANO!!!" Y así fue como se puso en campaña para entrar a "la casa". Primero, simplemente con comentarios como "Yo debería estar en Gran Hermano" o (textualmente) "Yo puedo ser más puto que ese", haciendo alusión a uno de los participantes del reality, de dudosas preferencias sexuales. Posteriormente, conminó a sus lectores a votarlo para ingresar a "la casa". Pero aún ocultaba su verdadera arma secreta en las penumbras: La prensa Argentina. Y, ya que su objetivo era llamar la atención, no sólo eligió el arma más poderosa... también la cargó con las balas más potentes...

Seguramente un hombre como Samuel "Chiche" Gelblung no necesite presentación alguna... y aunque la necesite, no me creo un orador lo suficientemente hábil como para presentar a un periodista que en determinado momento del pasado pensó "¿Para qué buscar noticias verdaderas, si por la módica suma de 3.000 pesitos podemos costear una falsa autopsia a un extraterrestre?"... las palabras sobran... Anyway, así como los productores de The Matrix no habría sacado a la luz una bosta del calibre de Matrix: Reloaded de no haber sido porque sabían que disponían de un público hambriento esperando para devorarla, personajes como nuestro entrañable Capitán nunca serían suficientemente tenidos en cuenta si no fuera porque existe gente tan seria, profesional y comprometida con la información como el amigo Chiche y, más importante aun, porque al público le encantan ese tipo de idioteces. De este modo, el señor Gelblung, harto conocedor de esta circunstancia y experimentado amarillista veterano, pensó en sacar provecho de la situación, presentando en sociedad (al menos para un público mucho más amplio) al Capitán UP. Francamente, las palabras no son suficientes para definir el resultado, así que mejor compruébenlo por ustedes mismos...