Bueno, como decía, luego del "Aquí Zuricata, cambio", escuché atentamente mis nuevas indicaciones, que consistían en armar mi valijita (termo con café, encendedor, cámara de fotos, cuadernito y lápiz y kit de espionaje) y partir en una nueva cruzada de investigaciones a su lado; algo sobre "la búsqueda de la verdad".
"Entendido, cambio y fuera" <gkkkhh>
Breves minutos después ya había salido de mi madriguera, cruzado el fondo del cuartel de la Hermandad y entrado al sotanillo de abastecimiento de cafeína donde quedamos en encontrarnos.
¿Qué? ¿Creían que mi morada estaba más lejos? Bleh, ni la gastritis me aleja de la despensa de café.
"Ya vengo, me olvidé de la valija", le dije a æclipse, y aproveché para sacarme las lagañas de los ojos.
Ya nuevamente en el cuartel, æclipse me extendió una serie de carpetas amarillas, cada una con su respectiva misión a modo de título. "Bueno, me voy al pueblito del orangután", decidí, quedándome con una en la que se leía "Avistamiento Orangután, Florida", "De seguro entre bichos nos vamos a entender re bien. ¿Como está la caja chica para los viáticos?"
æclipse sacudió la lata y sonó a UNA moneda. La dio vuelta y cayeron cinco centavos bolivianos.
"¿Quién habrá sido el chistoso? Y bue... me iré a dedo..."
Glen St. Mary, Baker | Avistamientos de misterioso simio desatan conmoción en amodorrado pueblo del estado de La Florida
¡¡Era la Florida de Estados Unidos!! ¡Pero la gran mismísima mierda! Que viaje más laaAAAaaAargo va a ser este... ¿Por qué carajo no habré abierto el sobre cuando aún estaba allá? De seguro esa rata apestosa de æclipse se agarró todos los sobres locales. O por lo menos DENTRO DEL CONTINENTE.
Con razón me olfateó raro cuando no puso ninguna objeción --más bien hasta se mostró cómplice, diría, con la idea de que angurrientamente me trajera prácticamente todo el café que quedaba en el armario.
Mi amistad no se compra con café
Noviembre 13, 2007 | Los vecinos denuncian chillidos en la noche y las historias de avistamientos se multiplican en todas las esquinas. Algunos creen que el enigmático animal es un orangután. Todo comenzó cuando una familia local denunció haber encontrado lo que parecería ser un simio de color naranja en lo alto de un árbol.
¡Que prometedor que suena todo esto!
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"Hay una sensación del tipo 'Ví a pie grande' en torno a todo este asunto", dijo Eric Lawson. "Dicen que [el simio] hizo un nido en aquél árbol, por lo cual es probable que esté en algún lugar en ésta area."
El investigador de la Comisión Para La Conservación De La Vida Salvaje Y Marina De La Florida que respondió a la primera denuncia acerca del simio [Eric Lawson] confirmó que definitivamente había algo en la copa del árbol, pero aclaró que no podía asegurar de qué se trataba. Continuó diciendo que dejó una caja de donas con mermelada al pie del árbol, esperando tentar a la criatura y así obligarla a descender. Dice que no ha oído nada desde entonces.
"A la mañana siguiente, la gente salió y se había, se había ido", afirmó Lawson.
Si el misterioso animal era un simio, ¿de dónde salió? Consultados al respecto, las autoridades locales aseguraron que no hay nadie en el condado de Baker que tenga la licencia municipal correspondiente para tener un orangután en su casa.
Me corrijo. Que paranoiquesco que suena... Pero a ver si nos vamos entendiendo: ¿Eso es todo lo que tiene que decir Eric Lawson? ¿En serio acá termina la nota?
Revolví el resto de los papeles y eran hojas en blanco.
¿Y éste que se cree? ¿Son de relleno o habrá pensado que me iba a olvidar de mi cuadernito de anotaciones? El camionetero parecía pasar por cada puto pozo que había en la calle, lo cual no contribuía a mi buen humor.
Pero yo al menos vengo. Vengo desde el tercer mundo en una camioneta mugrienta, (porque en Uruguay no tenemos nadie que financie estudios como, qué se yo, averiguar la fuerza que hace un pingüino para cagar) para ahondar en la investigación del señor Lawson, el investigador de la Comisión Para La Conservación De La Vida Salvaje Y Marina De Florida que sólo pudo ir hasta el árbol, mirar para arriba y exclamar: "Oh, ahí arriba hay ALGO pero realmente no puedo asegurar qué es... ¡Ya sé! Le voy a dejar estas donas buenísimas que venía comiendo, uno nunca sabe cuando pueda aparecer Homero Simpson por nuestros pagos". ¿Y ya está? ¿No tienen siquiera escaleras? ¿Y si era un coco? ¿Y si el árbol era un árbol mutante?
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Cómo se nota que estos yankis siempre van a estar precisando de los negritos del otro lado de América para que les hagan todo.
Yo sé que no tengo conocimiento de cada una de las miles de especies de árboles del mundo, a lo mejor el pobre tipo no se pudo subir porque éste era uno tan gigante como frondoso y lleno de espinas y culebras venenosas a modo de lianas; pero en tal caso dudo que un mono se hubiese subido tampoco. Otro sospechoso sería el árbol de Sleepy Hollow, al cual por lo menos YO, los días que tomo bien las pastillitas, no me acercaría; pero ese era de mentira, así que tampoco cuenta. En los árboles de mi país, incluyendo el árbol cuyas raíces conforman mi madriguera, si yo me paro en la base y miro hacia arriba, enseguida veo si hay un orangután colgado de una rama.
¿Y cómo es eso del nido? ¿Estaría empollando huevitos de orangután?
"A la mañana siguiente, la gente salió y se había, se había ido", afirmó Lawson.
De mi parte péguenle tres piñas a æclipse por mala gente. Ah, no, eso no iba acá.
Ejemmm...
De mi parte péguenlen tres piñas al redactor de la nota, por escribir los tartamudeos del señor Lawrence. Lawson. Eso lo hacía yo cuando me contrataron como diagramadora en un periódico de mala muerte (que terminó cerrando porque la intendencia dejó de comprar las hojas de publicidad del medio) y me pusieron a trasladar notas desde la grabadora chiquita a la computadora. Es cierto que en algunos casos me enteré de cosas interesantes, como la vez que entrevistaron a un masón que repetía cada cinco palabras que por favor no publicaran eso y que no pusiesen su nombre (y al final después de todo mi trabajo de horas, y con la edición ya hecha, la nota contaba con el título y cuatro pavadas más ¬__¬), pero, como decía, trasladaba todos los "Eeehhh" de los periodistas y cosas por el estilo a modo de venganza por darme un trabajo tan embolante.
Me fui por las ramas.
Capaz que veo al mono y todo
Si el misterioso animal era un simio, ¿de dónde salió? Consultados al respecto, las autoridades locales aseguraron que no hay nadie en el condado de Baker que tenga la licencia municipal correspondiente para tener un orangután en su casa.
Me parece que alguien quiere asustar al público. O hacer famoso a su pueblillo de gente incompetente, para así incrementar la venta de los alfajores pueblerinos.
Pero por favor, ¿qué tan idiotas pueden ser?
En Uruguay nadie tiene "licencia" para contrabandear containers de cocaína, ¿y?
Y ya que estoy, también les voy a contestar la pregunta al señor Lawson: Había una vez un papá orangután y una mamá orangutana que se querían mucho mucho mucho. Entonces le escribieron una cartita a la cigüeña...
Así no se puede
La parte más curiosa fue cuando por fin llegué al misterioso pueblo. Empecé a recorrer sus calles, a buscar pisotadas que no fueran humanas, heces debajo de los árboles... cosas así. También le hice algunas preguntas a un par de peatones que me crucé, y me dirigieron a una parte muy arbolada donde se suponía era el lugar de los avistamientos. Hasta me dijeron que lo habían escuchado hacer "uh uh uh", y me recomendaron que me cuidase porque podía ser muy peligroso.
Me interné en el montecillo, para ver una casita del árbol como las que solíamos hacer los que las hicimos (ja) cuando éramos gurises chicos. ¿Sería eso a lo que llamaban "nido"? Uno nunca sabe. De seguro los yanquis con sus mansionzotas llenas de todo consideran eso un nido. O una cucha, por qué no. Sólo que algún avispado se dio cuenta de que cucha arriba de un árbol sí sonaba demasiado estúpido...
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"¡Tío Andrés! ¿Que estás haciendo acá? ¿¡No te habías ido de mochilero a Holanda!?"
Y ahí bajó el barbudo tío Andrés, con ese buzo naranja que una vez le tejió la abuela.
Cuando no somos mano de obra barata, hablamos como monos. Qué bárbaro, ¿eh? Ya van a querer agua potable estos hijos de puta. Ni bien llegue de vuelta a Uruguay me voy a Fray Bentos con pancartas. Que contaminen, nomás.
Y yo, confesando, confesando, debo admitir que cuando leí el título en el sobre amarillo me temí que el kilombo y mi investigación en sí se asemejasen al cuento ese de Allan Poe...
[Claro que todo esto data en las inmediaciones del 13 de noviembre. El hecho de que recién esté llegando yo con mi informe, toda sucia y hambrienta, se lo pueden ir agradeciendo al buen amigazo æclipse ¬______________________¬ -Z.]
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