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jueves, 30 de noviembre de 2006
Se acabó lo que se daba: Mal que nos pese, no nos queda otra que decirle adiós a la semana del horror, y lo hacemos por todo lo alto con una columna sobre lo que probablemente sea el fin de la civilización como la conocemos.

quellos que hayan leído el titular de esta noticia probablemente se habrán dicho: "Pero la Cumbre Iberoamericana no fue muy horrorífica que digamos... ¿Realmente amerita usarla como cierre para la semana del horror? Porque yo diría que más bien daba para cerrar la semana DE LA COMEDIA!!!! JAAAAAAAAAAAAAA!!! Ba-BING!!", a lo que respondo: "Sssssseh... bueno. Gracias por la magia. Andá nomás. Creo que en Radio Polaco precisan guionistas."

Pero no deja de ser una buena pregunta. El caso es que hubo un motivo para que la cumbre fuera un fracaso tan escandaloso, y es el mismo motivo por el cual se alimenta cualquier otro escándalo mediático: Llamar la atención del público. Una cumbre en la que todo hubiese marchado sobre ruedas no le habría interesado a nadie. Una cumbre signada por el desastre, en cambio, se convirtió en la comidilla de toda la prensa durante ese tortuoso fin de semana, y en el entretenimiento favorito de toda la población. ¿Y por qué alguien querría atraer la atención del público con las desventuras de una cumbre de gobernantes? Porque dicha cumbre, en realidad, no era más que una pantalla. Todo este asunto, parafraseando una biografía de Michael Jackson que ví el otro día en el cable, tenía otra cara; una mucho, mucho, más oscura...

Todo comenzó con un preocupadísimo mail de alerta que llegó a nuestra casilla de correo para denuncias, remitido por Mocker. En el mismo, este joven talento nos advertía que tenía evidencia acerca de un horror que se estaba cocinando en las sombras mientras todos estábamos atentos a la comedia accidental que era aquella frustrada reunión de mandatarios. La críptica denuncia venía acompañada por una lista de demandas a cambio de la información (Entre las que contaban una ridícula suma de dinero, una suscripción gratuita por un año a RANT, los teléfonos de Espartana, M|sTi-K y Zuricata, una foto de Daniel Rinaldi con las pompis al aire, y no sé cuántas burradas más), y por una fotografía para despertar nuestro interés ...

Si hubiésemos sabido lo que sabemos ahora,
jamás hubiéramos permitido que Movistar aterrizara
su nave nodriza en nuestro suelo.

"Yo sabía que no teníamos que haberle dado un lugar en la web a este pibe", le dije a Von Katze, "Se le subió la fama a la cabeza y ahora inventa cualquier cosa con tal de volver a sentir el pico adrenalínico que significa ser uno de los nuestros por cinco minutos."

Con todo el tacto que nos fue posible, redactamos una amable respuesta de rechazo: "¡Ah, por favor, Mocker! Mira si un poco de cartelería iba a llegar a calificar como 'horror'. ¡Qué cosas se te ocurren, jovenzuelo! ¡Ha ha ha ha ha!" (Nótese el uso de la risa en inglés, que suena mucho más efectiva a la hora de expresar sorna y soberbia). Ahí nomás le dimos al "enviar" y nos olvidamos del tema...

Durante la semana siguiente, Mocker empezó a enviarnos una media de ocho correos por día. Al principio, los mismos reiteraban la oferta original. Más tarde, sin embargo, la cantidad de dinero exigida empezó a disminuir. Después, anunció que se contentaba sólo con los teléfonos de las chicas RANT. Sobre el fin de semana estaba dispuesto a transar por sólo uno de los teléfonos. Finalmente incluso ofreció entregarnos la evidencia en forma casi enteramente gratuita (Hasta último momento la foto de Daniel Rinaldi se mantuvo como condición innegociable), solamente -Y cito- "como parte de mi deber de hijo de esta noble tierra, en pos del bienestar de mis queridísimos hermanos uruguayos, porque esta verdad debe salir a la luz".

"Bastante chauvinista, para venir de un tipo que hizo su fama en Argentina y ni siquiera sabe cómo se llama el gusano loco", ironizamos en el mail de respuesta que desdeñaba por última vez la colaboración del mancebo.

Pasaron algunos días más, y se hizo un silencio sepulcral en nuestra bandeja de entrada. Primero pensamos que Mocker se habría dado por vencido, pero había algo que nos inquietaba en todo el asunto. Podíamos percibir que algo no andaba bien. Empezamos a preocuparnos... y entonces recibimos la llamada de Pete Martell.

Al instante nos apersonamos en la escena del crimen. Ahí estaba Mocker. Muerto. Envuelto en plástico. El diagnóstico de Doc Hayward fue contundente: "Este joven murió aplastado. Por lo que puedo decir, le cayó una pared de ladrillos encima. Lo extraño es que no hay ningún ladrillo, ni siquiera rastros de polvillo en los alrededores o sobre el cadáver. Es como si lo hubiese aplastado una pared invisible."

El equipo de investigación de RANT,
perplejo ante este crimen.

El caso era un enigma realmente atrapante, pero justo ese día habíamos bajado el último capítulo de Lost, y se sabe que cuando es noche de Lost, que se hagan a un lado los demás misterios. Y siendo un final de temporada, además, estaba claro que íbamos a pasar las siguientes semanas entre debates acerca del posible significado de las nuevas evidencias reveladas y puteadas a los productores porque no pueden ser tan hijos de puta, ¿viste como la cortaron? ¿Y ahora hay que esperar TRES MESES con ese final? No podés...

De todas formas, siendo las únicas personas en todo el Uruguay que alguna vez le dieron algo de bola a Mocker, fuimos los beneficiarios exclusivos de todas sus posesiones terrenales. En honor a su memoria, como nos correspondía, dimos de baja a su blog, usamos su fotolog para postear fotos de minas en bolas, le pasamos todos los contactos de su celular al Doctor Tangalanga, saturamos de spam el foro de LIA usando su cuenta... y entonces encontramos una serie de sobres conteniendo los negativos de su cámara digital. Y acá llega el momento en que nos tomamos el diurético espiritual y hacemos un mea culpa, porque aparentemente tuvimos más que ver con su muerte de lo que nos habíamos imaginado.

Allí, entre pícaros upskirts a sus compañeras de liceo y hermosos retratos de crepúsculos arrebolados que probablemente robaba de algún sitio de internet para hacerse el artista y levantar minitas, encontramos por fin las fotos que durante todo este tiempo había querido enviarnos para publicar; y en ellas la respuesta al enigma del asesinato de la pared invisible. La realidad nos devolvió nuestra sorna por triplicado en el medio de la cara, en lo que los yankis expresarían como: "you should've known better", que traducido más o menos liberalmente vendría a ser: "te re-cabió, gil de miga!!1 keKeKekeKEKE!!!!1111unooncemilcientoonce"

¿Que de qué puta mierda estoy hablando, carajo? Bueno, linda boquita, ¿eh? Pero al grano. De lo que hablo es de...

ESTO ...

Los mimos de Movistar ensayando tácticas de combate
y preparando unidades móviles.

MIMOS

Los mimos de Movistar listos para la acción.
Nótese unidades desplegándose en campo (izquierda)
y perversa sonrisa en agente de inteligencia
en el momento de darle la captura a nuestro fotógrafo (derecha).

JODIDOS.MIMOS.

Mocker tenía razón, y por eso lo silenciaron. Mientras todos nos reíamos con las payasadas de nuestro gobierno en la cumbre, Movistar ponía en marcha un perverso plan de conquista, lanzando un ejército de mimos sobre la ciudad. Si hubiésemos escuchado a tiempo, quizás Mocker aún estaría con vida, y -Acaso más importante aún- quizás habríamos podido hacer algo al respecto. Pero ya están entre nosotros. Podríamos aconsejar al público que corra a los refugios, pero dudo que sirva de algo a esta altura; porque justamente estamos escribiendo esto desde los refugios, y no pensamos abrirle la puerta a nadie.

Que Dios nos ayude. Aunque probablemente debería decir "Que Dios los ayude". Suerte con eso.


Qué bueno que es poner mimos a hacer publicidad de teléfonos, a propósito. Movistar se pasa



[Ningún Mocker real fue dañando durante la producción de esta columna. Esta columna es una obra de ficción, y como tal, cualquier semejanza con hechos o personalidades de la vida real es mera coincidencia. Excepto por los mimos de Movistar y la foto de Daniel Rinaldi. Esas partes, por desgracia, son muy, muy reales. El mundo está enfermo. -N. del E.]

[A propósito, visiten el fotolog de Mocker, el tipo es un fotógrafo del carajo. Yo le doy 4 osos y medio. Y no le doy 5 porque hay demasiadas fotos de paisajes y ninguna de minitas. -N. del E.]

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