e acuerdo con El Diccionario Privado, Jorge Luis Borges consideraba a Buenos Aires como “un suburbio de Montevideo”. Esto es una prueba clara de que el tipo era un charlatán, un pelele que hablaba porque tenía un agujero abajo de la nariz.
Los argentinos ya demostraron sobradamente que son mucho mejores que nosotros en cualquier cosa que podamos comparar. Los lectores más memoriosos recordarán el horrible papelón que nos hizo pasar el diario La República al comparar aquélla magnífica nevada sobre Buenos Aires con las cuatro cagadas de paloma que cayeron sobre Uruguay. Los lectores más mentalmente cortitos lo tienen aún más claro, porque hace un par de días nomás recibieron una lección al respecto, nada menos que en su entretenimiento favorito, el fóbal, cuando el peor seleccionado argentino de los últimos 20 años barrió el piso con el equipo uruguayo.
Pero, como corresponde a todo imbécil impenitente que se precie, nuestro pueblo no aprende más.
El pasado jueves 15 se armó un modesto revuelo en el centro de Montevideo porque, según consigna la prensa …
Con sus torsos desnudos y pintados, las mujeres reclamaban que el tema de los derechos sexuales y reproductivos se convierta en uno de los ejes de discusión política, a diez días de la elección de un nuevo gobierno. […] Las mujeres desfilaron con el rostro y el torso maquillados, con una flor elegida como distintivo de la campaña y llamaron a quienes circulaban por la zona a reflexionar sobre su demanda.
Una vez más, la prosa de La República fracasa en su intento de escandalizar, traicionada por las propias imágenes de la nota, que demuestran lo que fue el evento en realidad: Cinco o seis gordas tristes con un body painting croto dando vueltas a la manzana.
Porque vamos, ¿a quién que no haya vivido toda su vida en una bota sin ventanas puede impactar semejante pelotudez? No sabría decir. Pero sí te puedo decir a quién no impactó, y es al temible Monseñor Cotugno, a ese paradigma viviente del conservadurismo más reaccionario, que ni la menor bola le dio al asunto, mucho más entretenido en hacerle contra-campaña al Frente Amplio.
Y como habrás adivinado hace una hora y media, no sólo la demostración fue un chasco patético, sino que en Argentina ya lo habían hecho antes, y mejor. Mucho mejor. ¿Que qué tanto mejor? Mucho mejor …
Argentinas muestran sus pechos y se besan pidiendo aborto en el país | Más de 25 mil mujeres realizaron una masiva marcha en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres. La policía tucumana desplegó un fuerte operativo. Hubo incidentes entre las manifestantes y miembros de la iglesia. […] Mientras las argentinas mostraban sus pechos y se besaban, los fieles de la iglesia rezaban luego que se convocara una marcha por la vida.
Anteayer a la tarde [12 de octubre] más de 25 mil mujeres realizaron una masiva marcha en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres. […] El otro grupo de la marcha inicial fue hacia la catedral, donde centenares de devotos con velas carteles, rosarios y fotos de bebés se encontraban rezando en espera de las columnas de mujeres manifestantes, tanto dentro de la iglesia como en sus alrededores. A medida que estas se acercaron el fervor religioso fue en aumento. Por su parte, las mujeres que marcharon a la iglesia realizaron un histórico escrache para la provincia de Tucumán, manifestando mediante un grito colectivo sus principales reivindicaciones. En ese momento fue cuando hubo un intento de mayor represión policial, cuando uno de los devotos arrojó gas pimienta a las manifestantes en complicidad con la policía. Una de las mujeres afectadas, cometaría luego: “tienen rosarios en sus manos, y gas pimienta en sus bolsillos”.
NOW WE’RE FUCKING TALKING!! =D
¡Caos! ¡Violencia! ¡Tetas! ¡Minas chupoñiando! ¡Fanáticos religiosos hablando en lenguas aferrados a sus crucifijos! ¡Fotos de bebés! Decíme si en vez de una marcha no parece un cuadro de H. R. Giger. ¡Eso es una manifestación, y no lo que tengo en casa, carajo!
Y por encima de las llamas y el humo, de los gritos, del terror, de la lujuria desenfrenada; se alzaba la voz estridente, chirriante, de un tipo llamado Rafael Bulacio, vociferando maldiciones sonámbulas desde los balcones del cuartel general del sitio web periodismodeverdad.com.ar …
La calma volvió a la ciudad luego del fanático y polémico Encuentro Nacional de Mujeres, que convocó a un número indeterminado de féminas procedentes de Buenos Aires y otros puntos del país, dispuestas a promover y difundir ciertas libertades sexuales, como el lesbianismo y defender el impostor derecho al aborto. Es posible que hayan venido a Tucumán unas 12000 mujeres, como lo comunica la policía, o solo 6000 como informa el padre Barrionuevo que participaron de los diferentes talleres; pero lo cierto es que en Tucumán encontraron una férrea defensa de la vida y de los valores tradicionales de nuestra cultura.
La provocativa marcha de los participantes, desde la Plaza Urquiza hasta la Plaza Independencia, mostró crudamente, a través de las injuriosas consignas coreadas y las obscenas expresiones corporales, el espíritu del encuentro. El diario La Gaceta, en una nota publicada ayer lunes 12, sostiene que fueron sembrando provocación y desenfreno, mediante consignas tales como “Iglesia basura, vos sos la dictadura”. Y que los cordones humanos de varones, protegiendo los templos y que rezaban el rosario a viva voz, en ningún momento respondieron a las agresiones…
Relata el matutino que algunas mujeres “del movimiento feminista lésbico se sacaron las remeras y bailaron con sus pechos descubiertos mientras otras se besaban apasionadamente frente a las vallas humanas. Inmutables, jóvenes y adultos se aferraban a sus rosarios y oraban cada vez más alto. Hasta soportaron escupitajos y gestos obscenos…” […] Lo que pasó en Tucumán debería servir de advertencia a los que intentan agredir severamente nuestros hábitos culturales, de que los argentinos lucharemos para preservar nuestro estilo de vida, que no aceptaremos que nos impongan apócrifas libertades que nos aproximan a la perversión y que sabremos defender el derecho a la vida frente al derecho a matar impunemente.
¿Qué se puede agregar? Una sola observación: Que todo este espectáculo, esta deliciosa orgía de horror y locura, tuvo lugar en la provincia de Tucumán. No en Buenos Aires, la Sodoma del plata, no, en un pueblucho de mala muerte perdido en el medio de la nada. Y la marcha uruguaya, recordemos, fue ya no sólo en la capital, sino en el mismísimo centro de la capital.
Muchachos, nos están pateando el orto unos jodidos rednecks, a ver si nos ponemos media pila.
Me dan vergüenza
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