domingo, 20 de mayo de 2007

El lado Coca-Cola de la vida eterna

Película revela rispideces entre gigante de las gaseosas y popular religión. Editor en Jefe estuvo a punto de titular columna como "La Cola De Cristo", pero un ángel bajó de los cielos y le habló así: "¿Pero vos sos medio tarado o qué mierda te pasa? ¡¡Mirá lo que ponés!!". Y todos se regocijaron.

Si hubiese sido uno de éstos papelones, otro gato cantaría...

on rumbo fijo hacia el norte que es la noble misión de informar a nuestra fonoplatea con cualquier guasada que nos sirva para tirar para atrás y enterrar en los archivos ese pavoroso papelón que nos hiciera pasar æclipse el otro día es que les traemos este informe --qué digo informe, esta denuncia!!!!

Pero mejor no adelantarme a mí mismo. Hace tiempo que no recibo nada de cariño y ya me conozco cuando paso por estas pruebas de entereza, así que no me recomiendo pasar por delante mío.

El realizador cinematográfico italiano Claudio Malaponti tenía toda la ilusión de presentar su producción A 7 kilómetros de Jerusalén, que sólo él y la gente que lo quiere sabrá de qué carajo se trata, cuando se encontró con un inesperado escollo: Como ocurre con todas las grandes obras de arte, una de las escenas del film resultó ser demasiado controversial para los intereses de ciertos círculos del poder. De acuerdo con nuestros amigos de Noticia Cristiana ...

En el film puede apreciarse en una escena cómo un publicista encuentra a un hombre de físico muy parecido a Jesucristo, y le ofrece beber un poco de Coca Cola. En la escena, al verle ingeriendo el contenido de la botella, el protagonista de la película dice: "Dios mío, vaya una publicidad!".

Buen intento, pero es una amistad condenada al fracaso.

Esa escena por sí sóla alcanzó para que se desatara un escándalo de tal magnitud, que acabó por prohibirse la distribución de la película en toda Italia. La sorpresa del asunto, que ya te arruinaste si hiciste click en el link que aparecía allá atrás, es que la protesta no viene por parte de ninguna agrupación Cristiana, sino de la propia Coca-Cola (No, la botellita no, estúpido; la empresa).

¿Qué oscuros motivos se esconden tras este episodio? Analicemos la situación. La respuesta más fácil sería decir que la controvertida escena podría verse, desde la perspectiva de las otras religiones de mayor aceptación en el mundo, como una muestra de parcialidad por parte del gigante de los refrescos; y en tal carácter podría traducirse en un descenso de ventas. Suena razonable, pero si pensamos en las otras religiones importantes nos encontramos con que son básicamente dos: El Budismo y el Islam.

Ahora bien, sabido es que los chinos solamente toman esas porquerías que hacen ellos con jugo de arroz y alcohol eucaliptado, para acompañar el perro a la plancha y el pescado frío y todas esas inmundicias que se comen por allá. Por lo tanto, evidentemente, la Coca-Cola no tiene lugar entre esta gente.

Smells like fatwa...

¿Y el Islam? Vamos, ¿alguien cree que los árabes van a ser tan imbéciles de ir y hacerle la pelota a LA compañía emblemática del país que está bombardeando sus tierras desde hace seis años con el firme propósito de convertir el hermoso páramo yermo y reseco que ellos tanto amaban en un cráter que eventualmente hará las veces de gigantesca fosa común?

Bueno, capaz que sí, pero me imagino que no será la mayoría.

La conclusión, entonces, cae por su propio peso: The Coca-Cola Company no quiere que se la identifique con la imagen de Nuestro Señor y Salvador, porque, al igual que el retorcido sistema legal chileno y la perversa industria de los videojuegos, está en liga con el Príncipe de las Tinieblas.

Recuerden que lo oyeron aquí primero, amigos: Coca-Cola odia a Jesucristo Nuestro Señor. Coca-Cola = Condenación de tu alma inmortal por el resto de la eternidad.

Abandonen el camino de la perdición. Tomen "Freskyta Cola"; que te reventará el hígado, sí, pero cuando mueras por envenenamiento por ingestión de conservantes ilegales, vas a ir al cielo. Y eso es lo que importa.


A modo de bonus track, les invito a leer este fragmento, extraído textual del informe de Noticia Cristiana ...

Los motivos de esta censura temporal no partió de ningún grupo cristiano. Ni católicos, ni protestantes o evangélicos, ni ortodoxos. Fueron las protestas que provocó la cinta a punto de difundirse por parte de la compañía Coca Cola, porque en la película Jesucristo tomaba unos tragos de su bebida.

Una de dos: O no eran muchos motivos, o para "partir" los juntaron a todos en uno sólo, acaso por una cuestión de abaratar costos de aduanas.

Por otro lado, ¿soy yo sólo o parece que el segundo párrafo estuviera diciendo que Coca-Cola es la que va a exhibir la película?

Ese es el problema al que te enfrentás cuando tus reporteros y editores son todos Cristianos: A mitad de la redacción a los tipos les da por hacer esa cosa de hablar en lenguas, y así salen las notas

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