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sábado, 10 de junio de 2006
Editor de La República demuestra ser enciclopedia viviente.
Se le pasa enseguida.

Atención en cubierta! La República nos acaba de obsequiar con otro de sus profundos editoriales invitando a la reflexión, como siempre centrado en la violencia que asola nuestra sociedad, que aparentemente es el tema más fácil para escribir.

Sin duda que el consumo de pasta base suele operar como catalizador de rencores y descontentos y como disparador de esa violencia latente; pero ver en ello la causa de la agresividad de nuestros jóvenes implica soslayar la etiología del fenómeno, que va mucho más allá.

Así que ya saben, a ver si se ponen las pilas de una vez y se dejan de soslayar la etiología, me cago en la gran puta. Me tienen podrido, siempre soslayando la etiología, siempre soslayando la etiología... ¿Saben lo que parecen? Parecen unos... unos... ¡Unos soslayadores de etiología! ¡Eso parecen!

¿Por qué andar rascando el fondo del barril del dicionario de sinónimos en un intento de parecer inteligente, cuando todo el mundo sabe que basta con ponerse un par de lentes?

Yo tenía a Von Katze como el tipo más frutalmente grandilocuente del mundo (de hecho, Alberto Camero es el más grandilocuente, Von Katze viene en un cercano segundo puesto), pero éste tipo (que espero sea el propio dueño del diario que se saca las ganas de escribir sobre lo que se le canta, me preocuparía pensar que Fasano le esté pagando a alguien por meter este relleno lamentable) se fue al carajo. ¿"Soslayar la etiología"? ¿Hace falta que tengamos que tener un diccionario a mano para leer un editorial de mierda que no dice absolutamente nada? ¿Se creen que escribiendo así suenan más inteligentes?

Y aún si ése fuera el caso, la ilusión dura más bien poquito, porque una vez más el inspirado poeta informativista se pega un tiro en su propio pie, con la clásica frase de cierre que resulta una joyita capaz de hacer que la colección privada de Lara Croft parezca la primer cajita de biyú de una preadolescente ...

Es preciso que autoridades, docentes y padres coordinen esfuerzos para comprender el problema y buscar las vías más adecuadas para resolverlo.

Hmmmm... Conque buscar las vías más adecuadas para resolver el problema, ¿eh? Interesante... Es una idea tan loca que podría funcionar!!

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