emostrando que todo eso de los llamados "cortes de ruta" es -al igual que eso de la llamada "evolución" y eso otro de las llamadas "bacterias"- nada más que una cortina de humo sin fundamento real por parte de la conspiración zionista judía masónica para controlar a la gente mediante los mensajes subliminales en los informativos de la televisión y las drogas de control mental que ponen en las vacunas, acá está vuestro hombre en Banana, æclipse µattaru, volviendo de la República Separatista de Entre Ríos, sano y salvo y sin mayores problemas para cruzar el río Uruguay que el haber tenido que luchar contra algún tipo de creatura tentaculada y presumiblemente antropófaga que vive debajo del puente San Martín y seguramente es parte de los experimentos genéticos que Botnia pretende realizar tras la tapadera de una aparentemente inofensiva planta de procesamiento de pasta de celulosa que nos vendieron con el verso de que su única función es enaltecer el orgullo masculino del muy viril Repúblico Orientol del Uruguoy al decorarlo con el gigantesco pene alegórico que es la famosa chimenea que tanto miedo le da al coronel Busti, que evidentemente ve amenazada su propia hombría al recordársele con tanta alevosía que es un pobre viejo impotente.

Pero todos esos detalles son lo de menos.

Interpretación artística de æclipse µattaru cruzando el puente San Martín.
¿Dónde está Zuricata cuando uno la necesita?

Durante mi pasantía en El Diario de Entre Ríos tuve oportunidad de enterarme de las últimas novedades respecto al controversial "caso de los policías que balearon a los jóvenes". ¿Que de qué policías y qué jóvenes estamos hablando? Ah, yo que sé. Unos. Andá y leé la nota. Y si podés sacar algo en claro del trasfondo del caso, por favor pegáme un chiflido. Aparentemente en Entre Ríos todo el mundo sabe de qué están hablando sólo con ese título, por lo que contextualizar la noticia es innecesario. Capaz que son los únicos jóvenes que alguna vez hayan sido baleados por "los policías". O capaz que las noticias en Entre Ríos son como los capítulos de Lost, y si te perdiste uno te jodés porque no te podés enganchar nunca más.

De cualquier forma, vamos a intentar ponerle un poco de contexto al asunto leyendo el siguiente extracto ...

El abogado penalista Marciano Martínez, quien representa a los tres jóvenes baleados por efectivos policiales el pasado 6 de agosto en el Acceso Norte de nuestra ciudad luego del asalto al restaurante Rancho Grande, estimó que la respectiva causa se elevará a juicio este año, aunque se cuidó de emitir cualquier tipo de pronósticos, pero volvió a lamentar la situación física y psicológica de las víctimas del ataque quienes sufren de "secuelas físicas y psicológicas graves". [...] respecto de posibles presiones hacia las víctimas propiciadas desde sectores policiales, señaló que los damnificados "están a la defensiva" aunque aclaró que no recibieron amenazas como las que él padeció en carne propia. Sin embargo, acotó que "el temor a la policía existe y ellos sufrieron un hecho vandálico y con graves consecuencias", culminó.

Bueno, voy a confesar que empecé esta columna intentando darle un toque ligero y tonto al asunto como para levantar un poco los ánimos, pero ahora que leímos este fragmento voy a plantear la verdadera intención que tenía desde el comienzo, y es llamar la atención de la audiencia respecto a un caso que no podemos -no debemos- permitir pasar sin comentario. En RANT intentamos llevar un entretenimiento liviano para toda la familia que no se impresiona leyendo notas que tienen 4 puteadas cada 7 palabras y cuyos autores se degradan a sí mismos todo el tiempo, caricaturizándose como homosexuales histéricos, pero de vez en cuando también queremos dejar un mensaje de reflexión. Del párrafo que extrajimos (y que conste que es sólo una mínima parte de lo que hay que leer respecto a este caso) pueden desprenderse un número de hechos por demás preocupantes, entre los cuales no es el menos llamativo que EL ABOGADO SE LLAMA "MARCIANO".

ESTO es un abogado, y no lo que tengo en casa.
La Corte Internacional de la Haya my f'ing ass.

Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir encarecidamente a cualquier persona que esté leyendo ésto y tenga un alma caritativa y -mucho más importante- dinero, que me facilite un pasaje a Entre Ríos. Necesito estar en esa corte. No soportaría continuar con mi vida sabiendo que me perdí del momento en que el abogado defensor empieza a soltar un discurso larguísimo y contundente como una columna de mármol, alrededor de la cual se enrosca, dando infinitas vueltas, la enredadera alegórica de la retórica leguleya, y el fiscal lo corta diciendo: "¿Pero vos estás tratando de defender a estos pibes chorros? ¿De qué planeta venís?"

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