n cualquier momento se cumple el primer año del inicio del conflicto con Argentina en torno a las dichosas papeleras de Fray Bentos. Ahora estamos sitiados en nuestro propio país, porque todos los puentes que comunican con Argentina están bloqueados por piqueteros/ecologistas desde hace dos meses. Nuestro inquieto presidente ha demostrado una incapacidad que lo ubica al nivel de un Mister Bean de la política, dando más vueltas que un perro para echarse a la hora de decidir cómo encarar el problema.
Con todo, es bueno comprobar que nuestros representantes mantienen la altura y la dignidad en el manejo del conflicto, y en ningún momento se vieron desbordados, ¿no?
Hace unas semanas, anunció una gira que oportunamente cubrimos en esta columna, que curiosamente no incluía a Argentina entre sus escalas. A último momento, el mandatario se arrepintió y decidió apelar a la confrontación directa. Desde luego, cuando digo "confrontación directa", lo hago aplicando la técnica doblediscursístico / tergiversadora que nuestros políticos nos han enseñado a manejar –y particularmente en estos últimos meses- porque, demostrando un nivel de madurez comparable con el de Chandler Bing a la hora de terminar sus relaciones amorosas, el presidente de los uruguayos decidió hablar a su par argentino por medio de una carta.
Pero si pensabas que Tabaré se pasó, preparáte para una vuelta de tuerca al nivel del final de El Planeta de los Simios, pero la versión vieja y cuando recién la habían estrenado, no ahora porque todo el mundo y su mono conoce de sobra la escena de la estatua de la libertad --preparáte para una vuelta de tuerca, digo, porque desde la orilla de enfrente una vez más demuestran que no se van a quedar atrás a la hora de comportarse como unos inveterados imbéciles, y el Sumo Pontífice de la sociedad Argentina menos que nadie, y por lo tanto Néstor Kirchner no sólo responde la ridícula carta dos semanas después, sino que lo hace en una entrevista en el pasquín argentino La Nación –con el cual, dicho sea de paso, estaba enemistado hasta ese momento-, de la cual La República se encarga de copy-pastear una versión resumida, para que nosotros oportunamente copypasteemos los pasajes más suculentos ...
"No quiero poner ni una coma más en la tensión que hay, no lo he hecho ni lo haré. Mi vocación es que la Argentina siga siendo solidaria con Uruguay. Es un mandato de la sociedad, además."
... dice el presidente argentino, a lo que el periodista insiste ...
"Quiere o no quiere las fábricas papeleras?"
... porque dale valor, jugátela, como que te toca un papel medio importante en el tema, ¿no?; a lo que Kirchner arremete ...
"Mi posición es no a la contaminación. Punto. Nadie puede negarle a Uruguay una inversión que significa el diez por ciento de su PBI."
... que si me preguntan a mí, se podría resumir como: "No. Un categórico NO... Pero sí. Depende."
Y nosotros nos reíamos de Larrañaga y Gerardo Sotelo. Una vez más, Argentina nos demuestra que, sea lo que sea que hagamos nosotros, ellos siempre lo van a hacer mejor.
El cronista de La Nación no da cuartel y sigue presionando, exigiendo una respuesta concreta al menos respecto a uno de los puntos más urticantes del conflicto, esto es, las rutas que los ambientalistas de Gualeguaychú tienen cortadas desde hace dos meses y que –según los expertos- ya se han traducido en serias dificultades para la economía uruguaya, afectando tanto al turismo como al comercio regional, a lo que el hombre de los ojos locos responde ...
"No puedo pedir lo que no me darán."
Sí señor, eso que acabás de leer fue una versión condensada de algo como: "¿Para qué voy a decirles que levanten los piquetes, si sé que no me van a hacer caso?". Vale recordar que son las palabras de Néstor Kirchner, EL PRESIDENTE de Argentina.
Como siempre que nos vemos desbordados por un evento que sobrepasa los límites de lo irracional al punto de que atraviesa la irracionalidad y sale por el otro lado, salimos corriendo a pedirle una opinión a la gente más calificada, y nos tuvimos que conformar con Alberto Camero, para quien ...
"La cosa debe depender de con qué ojo lo mire, porque cuando usa el torcido (o el derecho, quién sabe), manda la gendarmería a caballo y los lanzaagua (que ahora viene con un tinte azul, cosa curiosa) a cuanta provincia intraterrena tenga la Argenta República, a despejar los caminos del señor. ¿Será que teme usar agua contra los ambientalistas, porque éstos le harían un juicio por usufructo indebido de los bienes de la humanidad?"
Ultimo momento: El presidente uruguayo Tabaré Vázquez acaba de responder esta declaración de su par argentino Néstor Kirchner, diciendo que está "conmovido" por sus palabras, y que coincide en que habría que "encontrar una solución inmediata" al conflicto.
Qué buena idea, che. Ya era hora de que se le ocurriera a alguien.
Son esos momentos de brillante lucidez los que explican por qué es que ellos son presidentes, y yo estoy en el Clearing
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