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Alegría diplomática, hermanos humanos! Y es que casi casi sobre la hora de cerrar esta edición no sea cosa que se nos entren a meter los mosquitos nos llega un cable pelado anunciando que el canciller surcoreano Ban Ki-Moon acaba de ser nombrado formalmente como sucesor del vapuleado Kofi Annan.
Una vez más, la maravillosa búsqueda de imágenes de google hace de las suyas. No sabría explicar qué está pasando acá.
De esta manera, la ONU, el organismo internacional que es arquetipo indiscutible de burocracia inoperante y despilfarro de fondos, con sus Cascos Azules y su ACNUR y su UNICEF y todos sus otros brazos igualmente aquejados de atrofia crónica y cuyos dictámenes y resoluciones todas las naciones poderosas del mundo se pasan por el reverendo canto del orto, tiene un nuevo Secretario General; al cual le tocarán, como es norma irreductible desde hace décadas, los camarones más gordos en todas esas reuniones protocolares en las que se sacan fotos con unas amplias sonrisas coronando sus rozagantes barrigas, que de ninguna manera deben interpretarse como una burla a los niños hambrientos y refugiados mutilados y prisioneros torturados que se supone que están todo el tiempo preocupadísimos por ayudar.
Desde la editorial de RANT, le enviamos nuestras más calurosas felicitaciones a Anck-su-namun o como mierda se llame; y ya que estamos a toda la banda también, qué carajo.
Tan calurosas, de hecho, que puede ser que vayan pintadas en el costado de una bomba de napalm
Etiquetas: æclipse µattaru, ONU, politica
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