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uando Tobi, el viejo ovejero alemán, extravió el camino del hogar aquella tarde de Lunes, no se dejó abrumar por la desesperación y, muy por el contrario, decidió emular al poeta ubedense en sus años mozos y abrazar la ocasión como una oportunidad acaso única e irrepetible de conocer el mundo al otro lado de la reja del jardín de la familia Barroffa.
El Tobi contempla el panorama de un nuevo universo que se abre ante sus ojos. Nótese que, para la película, el papel del Tobi será interpretado por otro perro.
Ufano y despreocupado, allá iba Tobi marchando con alegre paso de murga, contemplando maravillado los paisajes que este nuevo mundo ofrecía para deleitar su mirada en blanco y negro si le vamos a hacer caso a los que dicen que saben de ojos de perros; olisqueando ora los árboles que parecían estar esperando su inspección en militar formación, ora los traseros de otros ejemplares de su canina especie; y obsequiando simpáticos festejos a aquellos transeúntes humanos que estuvieran dispuestos a otorgarle un fugaz mimo al pasar.
El mundo se le había trocado en gigantesca cancha de bochas, pero era una cancha de bochas de alegría y maravillas sin fin en la cual era un placer extraviarse; errar sin rumbo por ella era una aventura que valía la pena vivir.
Y cuando al caer de la tarde ya la magia parecía empezar a asentarse y adquirir un carácter rutinario, el Tobi vino a encararse con el portal del liceo número 26, donde decenas de párvulos retozaban aprovechando un guiño de sol invernal. Pequeña lágrima nostálgica se le piantó a nuestro amigo cuando las risas de los mozalbetes le trajeron el recuerdo de las largas tardes de juegos con los pequeños Barroffitas. Sobreponiéndose al quebranto, el ovejero errante decidió acercarse para compartir la alegría de los joviales estudiantes.
¿Adónde vamos a parar, cuando nuestras colegialas observan este tipo de violencia desmedida?
(Click para ampliar)
Pero, ay, estos no eran los simpáticos herederos del clan Barroffa. Ni parecidos ...
Los jóvenes vieron al perro y comenzaron a amenazarlo con un palo y a tirarle piedras.
"Cáspita", se dijo el Tobi, sorprendido. Pero como era un can afable y amistoso reflexionó: "Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen. Deben haber creído que voy a atacarlos, engañados por mi formidable porte. Les demostraré que no hay nada que temer" ...
El animal no respondía a la agresión, sino que por el contrario se acercaba en busca de caricias.
Pero los imberbes no estaban confundidos ni asustados. Lo de ellos era pura malicia. Daño por el placer de hacer daño. Y la actitud conciliadora del Tobi los enardecía aún más ...
En determinado momento, una jovencita levantó el palo y le pegó en el lomo ...
Aún los sabios más espirituales tienen un límite de tolerancia al abuso y acaban por perder la compostura cuando se los poncha demasiado; y el Tobi -aún en el marco de este mágico día de júbilo y beatitud- no iba a ser la excepción ...
... provocó en el animal una furia desmedida que derivó en mordidas a diestra y siniestra. Dos jovencitos fueron alcanzados por el ovejero, que les arrancó parte de los pantalones con sus dientes ...
Creo que no hace falta explayarse mayormente acerca de la moraleja de la historia ...
This is a job for...
TEH LOLDOG!!
JAJAAAAAAAAAA!!!!
QUE SE JODAN!!!!!!
ASI QUE TE GUSTA PEGARLE AL PERRITO...?
PEGALE UN PIERNAZO
EN LOS DIENTES, GIL!!!
JAAAAAAAAAAAAA!!!!
Es una verdadera lástima que no tenga una cámara conmigo en este momento, porque no creo que haya mejor ilustración para esta columna que mi propia imagen bailando sobre el escritorio, luciendo mi nueva camiseta de "AGUANTE EL TOBI NUMERO 1 PA TODO EL MUNDO" y agitando mi guante de gomaespuma con dedo índice levantado oportunamente tunneado para emular una pata canina.
Lo único que hay que lamentar en todo este episodio es que el Tobi se haya medido tanto en su reacción y no haya matado a ninguno de estos pendejos.
Por otra parte, el episodio dejó bien en claro cómo entienden los jóvenes de hoy ciertos valores; como la amistad y la solidaridad ...
... quien llevó la peor parte fue una chica gordita que no pudo correr, por lo cual el perro literalmente se prendió de sus piernas.
Así que después de que se mandaron la cagada salen corriendo que les pegan los talones en la nuca, y encima dejan a la pobre dogor tirada para que se arregle ella con el perro enajenado.
Y es que estas cosas siempre terminan igual: La gorda siempre pierde. Es caro el precio a pagar cuando se lleva una vida de pasión por los embutidos y los chocolates ...
"Fat girls can't party :( Just say NO to McDonald's"
* Actualizeishon by æclipse µattaru:
Also, fat girls can be cómid by énojad perrs.
Nótese que mis fábulas vienen con doble moraleja.
Esopo era un pelele
¡ULTIMA FAN DE SANDRO SE DEJA LA PIEL
EN HOMENAJE!
Testigos afirman que la gordita se tiró a las garras de Tobi mientras le coreaba al perro de forma demencial: "Arráncame la vidaaaaa de un tiroooon..."
Nótese que definitivamente la estrella sí tenia donde enganchar la correa del perro.
Interlunio, corresponsal de RANT en Big Hebilla
Etiquetas: æclipse µattaru, sociedad
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