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omo ya sabe todo el mundo a esta altura, y no sólo en Uruguay por lo que tengo entendido, hace unos días nacieron en el Hospital de Clínicas unas siamesas unidas por el tórax. Por ahí se dijo que compartían un único corazón y que los médicos habían descartado la posibilidad de separarlas y tal. Francamente no le presté mayor atención al asunto porque, ¿qué caso tendría?
En primer lugar yo soy padre, y este tipo de temas es probablemente lo único con lo que no me gusta ser ni sarcástico ni morboso. Es como mi talón de Aquiles.
En segundo lugar, cuando voy en un ómnibus y éste se detiene porque el despliegue en torno a un accidente de tránsito le corta el paso, yo soy uno de los -con suerte- dos o tres que no se para a cogotear como un ñandú que se estuviera ahogando ni saca medio cuerpo por la ventanilla para ver el show. A lo sumo puedo echar una ojeada para asegurarme de que ningún familiar o amigo esté involucrado, y entonces simplemente me hago a un lado todo lo que puedo para dejar que los que saben de esas cosas se hagan cargo. Y en este caso es lo mismo. Más allá de la curiosidad desde el punto de vista científico, me pareció que no tenía sentido profundizar en el tema más que por puro sadismo.
Anoche, tirado en la cama haciendo el miserable zapping que se puede hacer cuando uno no tiene TV cable en Montevideo, vine a toparme con un nuevo informe sobre las famosas siamesas a cargo de Subrayado (canal 10). Como algunos ya saben, en esta nueva etapa Subrayado está abocado a competir con canales de cable del perfil de Crónica TV y similares, y para eso se autoaplicó ciertos toques de color, como esa nueva costumbre de presentar "la portada" con 10 titulares a como dé lugar (si pasan más de 10 cosas en el día alguna va a tener que quedar afuera, si pasan menos de 10 cosas habrá que inventar... o sacar relleno de Infobae) o sus movileros con dique de poetas. El Subrayado de hoy es lo que se dice un auténtico show mediático.
El título que le pusieron, entonces, a el episodio de las siamesas correspondiente al día de ayer fue algo del orden de "Los padres eligieron continuar el embarazo pese a todo". En el informe -entre otras cosas- se explicaba que los padres habían sido advertidos del problema con antelación pero de todas maneras decidieron permitir que las niñas vivieran hasta que les tocara, y se complementó con un petit-informe referente a ciertos casos específicos en los que el aborto es legal en Uruguay.
Lo que me llamó la atención en lo personal fueron dos cosas: Una, que aparentemente era la primera vez que se entrevistaba al médico tratante y por lo tanto se tenía una versión calificada de los hechos. El tipo tuvo que desmentir dos o tres pelotudeces que se dijeron en el día anterior, porque parece que las primeras informaciones que salieron al aire estaban basadas en declaraciones de la abuela de las niñas, que a su vez se basaba en cosas que oyó que el médico le decía a los padres. Sí, señor: Los diarios y los informativos de TV uruguayos hicieron su primera nota en base a lo que dijo una mujer que ni siquiera había hablado con el médico. Lo de la veterana vaya y pase, es hasta comprensible porque debe estar abrumada por la impotencia; pero, ¿qué mierda tienen en la cabeza los periodistas uruguayos?
Ya sé lo que me vas a decir: Esa es una pregunta que nos venimos haciendo desde hace años, y a esta altura es casi retórica porque probablemente nunca lo vayamos a averiguar. Pero quizás ahora tengamos una pequeña pista. Y es que el otro "punto alto" del informe de Subrayado fue el momento en el que declaraba el padre de las bebas: En el típico número circense periodístico en el que el protagonista se encuentra sitiado por un ejército de micrófonos, el hombre, comprensiblemente hecho un despojo, explicaba que tanto él como su mujer saben bien que este es un caso desesperado, que es cuestión de tiempo hasta que todo termine de la peor manera; e intentaba dejar en claro que es un tema entre él, su mujer y los médicos que los acompañan, y que así quieren que permanezca. Luego, y ya a un segundo y medio de ponerse a llorar, prácticamente rogaba a los periodistas presentes, y a través de ellos a toda la prensa uruguaya, que los dejen en paz.
Más de una vez me he confesado -por si acaso no se notaba leyendo las cosas que escribo- un cínico desalmado hijo de mil putas, y a mucha honra. Pero, quizás por segunda o tercera vez en toda mi vida, me siento superado. No puedo creer que los periodistas que estaban en el lugar no apagaran las cámaras, se metieran los micrófonos en el orto y se fueran más rápido que ligero, teñidos de pies a cabeza de un rojo-tirando-a-bordeaux indeleble por la vergüenza. El tipo dijo más o menos algo como que todo este problema es "una piola que tengo atada al cuello", y que encima de ésa tiene otra piola "que son todos ustedes" y todo este circo que se armó.
¿Cómo pueden ser tan hijos de puta como para tener al tipo diciéndoles en la cara que ellos son uno de los principales problemas que lo están ahogando, y quedarse tan tranquilos? Me gustaría saber qué clase de fijador usan para pegarse la cara para evitar que se les caiga, porque quiero peinarme con eso. Probablemente podría hacerme una cresta con un filo tal que degollaría a un jugador de rugby con la facilidad de quien corta manteca con un cuchillo caliente. Hablando en serio, me gustaría tener una lista con los nombres de todos los periodistas que estaban ahí en ese momento para poder contarles, uno por uno, lo hijos de mil putas sarnosas que creo que son.
Al volver a estudios, el fenómeno de fenómenos Schubert "Jorge Traverso" Pérez completó el cuadro aclarando que el hombre hablaba "en referencia a un informe realizado por un medio colega que motivó ciertos conflictos en el seno familiar" o algo por el estilo...
Traverso: Sos una basura. No puedo creer que puedas dormir contigo mismo, más de lo que no podía creerlo antes, cuando me imaginaba el horror que debe ser dormirse sabiendo que esa verruga monstruosa que tenés en la jeta puede aprovechar cualquier momento para asesinarte y así hacerse con el control total de tu cuerpo. No puedo creer que un tipo que se trabaja uno de los periodistas más políticamente correctos de este país sea una bestia carroñera de semejante calaña y que pueda poner esa cara de palo para soltar una autojustificación tan hipócrita. A ver, de hecho sí puedo creerlo -no soy tan estúpido- pero me sigue hirviendo la sangre cada vez que vuelvo a comprobarlo. El hombre no habló de "cierto medio colega de ustedes". Dijo "USTEDES". Le hablaba a todos los presentes. Y, a través de ellos, le hablaba a todas las otras hienas que están detrás de la producción de este circo. Como vos. Tu "aclaración" es el equivalente a un nene que, ante una iracunda mamá que pregunta: "¿¡¿Vos te comiste la torta que se estaba enfriando acá arriba?!?", responde: "¡¡Carlitos también comió!!".
Mi hija tiene 6 años y jamás juego de manos con ella, no porque me preocupe inculcarle costumbres violentas sino porque tengo la total seguridad de que podría cagarme a piñas sin demasiado esfuerzo, y esto no le haría nada bien a la enclenque imagen paternal que ya de por sí debe tener basándose en mis caravanas y mis pelos parados y mis tatuajes y mis piercings y mis uñas pintadas de negro. Pero en este preciso momento me encantaría tenerte a vos enfrente para partirte la nariz de una piña. Enfermo.
Ciertos desperfectos técnicos relacionados con el hecho de que tengo sólo un televisor y un par de ojos me imposibilitaron ver los informes que estoy seguro que hicieron los demás canales sobre el tema, pero me animo a aventurar que el amigo Schubert no debe haber sido el único en atizar el fuego y después meterse las manos en el bolsillo silbando de costadito. A todos los demás que entraron en la misma, entonces, siéntanse libres de leer esto reemplazando el nombre de verruga-man por el propio
¡VERRUGA CON PERCHERO LE GANA
LA CARRERA AL COCODRILO!
Traverso pone su conciencia en el freezer, rato después la disuelve en whisky. Ya ni siquiera se entera el idiota de que en cada mueca guaranga está eructando una lágrima.
Interlunio, corresponsal de RANT en el cuarto poder
Etiquetas: æclipse µattaru, prensa
Diego S. pidió la palabra el 15 de mayo de 2008, 14:04, y dijo:
Tengo varias preguntas. No se si alguna incluye al caso de Schubert.
Un anchorman que no participa de la produccion del informativo y se limita a leer las noticias de un teleprompter: ¿Es un periodista? ¿No le damos acaso demasiada importancia a los anchormen? ¿Tengo que hacer una lista de anchormen que no son precisamente lumbreras del periodismo?
Claudia Garcia trabaja de eso. Todo dicho.
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