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Bienvenidos a RANT; el único medio con los cojones como para sacar a la luz el más abominable de los horrores de la guerra: Las imágenes que nadie te mostró de la infame prisión de Abu Gharib.
(Click para ampliar)
inco años atrás, Andrew "Argyll" Spearin, ávido fanático de los videojuegos y especialmente de los simuladores bélicos, ingresaba en el ejército canadiense. Al concluir su entrenamiento, Argyll tuvo una epifanía: Los videojuegos de guerra no están bien. No hacen lo suficiente para simular la verdadera experiencia de combate, y especialmente fallan en capturar la sensación de vivir al borde del abismo que favorece ese particular estilo de trabajo en equipo que tienen los militares, el cual resulta fundamental para sobrevivir en el campo de batalla. Con esto en mente, Argyll reunió -a través de la Internet- a un grupo de amigos que compartían su inquietud y se puso a trabajar en lo que definió como "la simulación bélica más realista y visceral jamás vista".
Fast-forward un par de años, y es así que hoy asistimos al preestreno de una de las más prometedoras total conversions de Half-Life 2: Insurgency
Evidentemente, lo primero que le viene a la cabeza a cualquiera que lea ese párrafo es la pregunta: "¿Y ésto? ¿Ahora hablan de jueguitos en la página de noticias? ¡QUIERO MI DINERO DE VUELTA!" acompañada de una serie de violentos ademanes expresando ofuscación, en medio de los cuales cualquiera pierde el foco y es incapaz de ver la parte verdaderamente importante de todo el asunto. Por este tipo de cosas es que ustedes son cualquiera y nosotros somos nosotros. Es una suerte que estemos dispuestos, como siempre, a llevarlos por la correa y posicionarlos con el hocico apuntando hacia donde debería estar apuntando. No sé qué van a hacer el día que les faltemos.
Pero me voy por las ramas.
El caso es que el inminente lanzamiento de Insurgency marca el clímax en la inspiradora historia de un grupo de jóvenes que triunfa sin más armas ni recursos que una inquietud y su talento para la programación. Una historia que nos habla de lucha, de coraje, de valor, de esfuerzo, y de que un recluta del ejército canadiense está criticando los jueguitos de guerra.
Siempre preocupados por el patético espectáculo que son los efectivos del ejército canadiense (Arriba), decidimos tomar una actitud proactiva y enviamos un e-mail de críticas constructivas y sugerencias a ejercitodecanada@gmail.com.
Abajo puede apreciarse lo que nos enviaron por respuesta; aparentemente un prototipo de su propuesta de mejora. Parece que no nos explicamos muy bien en el mail.
Nótese pingüino en la esquina inferior izquierda. A mí que me revisen. 
A ver si alguien no lo entendió todavía: El tipo pertenece al ejército de Canadá. El hecho de que los jueguitos de guerra sean sistemas infalibles para erosionar cualquier rastro de preceptos morales y así entrenar verdaderas máquinas humanas de matar, o por el contrario no sean más que un entretenimiento liviano que no podría adiestrar más que la barriga de un niño-hombre de 30 años que sigue viviendo en el sótano de su madre, no tiene la menor importancia. La cuestion principal de todo este asunto es que el tipo que está hablando pertenece al ejército de Canadá. Ni siquiera los propios canadienses están del todo seguros de si todavía tienen un ejército, o si ya fue disuelto y sus miembros vendidos a Francia (el único otro país del mundo tan patético que podría estar interesado en peleles de semejante ralea, porque a los franceses les basta con que no se duerman en el trabajo). Así de pintados están. Que uno de éstos mentecatos salga a hablar de campos de batalla y revivir experiencias en combate es una de las incongruencias más aberrantes que se hayan leído jamás.
En el ejército de los Estados Unidos tienen una serie de expresiones internas de uso en combate como DOA, FUMTU, FUBAR o SNAFU; que a los nerds lánguidos y paliduchos que jamás hicimos más ejercicio que el que implica mover un ratón o acogotar una nutria nos encanta adoptar para ocasiones de riesgo tales como el momento en que se quema una tarjeta de video. Del mismo modo, el ejército canadiense tiene sus voces y expresiones propias. Por ejemplo, eso que leíamos más atrás de un "particular estilo de trabajo en equipo que resulta fundamental para sobrevivir en el campo de batalla", refiere a la situación en que un escuadrón militar canadiense enfrenta el momento de pánico en el que revienta un petardo o un globo de cumpleaños, recurriendo al trabajo en equipo que es agacharse todos bien apretaditos en un rincón y abrazarse fuerte fuerte fuerte fuerte que ya va a pasar. Y si se puede, no llorar.
No muy alto, al menos.
Alguno quizás estará recordando aquélla vez en que dijimos que incluso el ejército canadiense sería capaz de patearle el trasero al ejército uruguayo, y se estará preguntando con qué autoridad moral venimos entonces a hablar así de esta gente. Evidentemente, "alguno" es el mismo "cualquiera" de antes que se creyó que cambiándose de nombrete no lo iba a reconocer y, encima de pretender tomarme por estúpido, deja en claro que no ha estado prestando la debida atención a las noticias últimamente: Eso fue hace mucho tiempo, y el ejército uruguayo ha mejorado notablemente desde entonces. Nuestros militares ahora son un ejemplo de disciplina ...
Cerca del 20% del personal de la División de Ejército I, la principal del país con jurisdicción sobre los departamentos de Montevideo y Canelones, vive en asentamientos irregulares. En el Ejército convive el avance tecnológico con la pobreza. A eso hay que sumarle la situación general de la fuerza de tierra, donde el 50% de los miembros del personal subalterno está por debajo de la línea de pobreza. Así se lo plantearon ayer los militares a los integrantes de la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, que visitaron la sede de la División I. Lejos de reclamar por la situación, los militares apenas dieron a conocer el panorama, transmitiendo que necesitan una mejora general en distintas áreas. Pero, según relataron a El País algunos de los legisladores que cumplieron la visita, no hubo voces de "descontento" sobre las condiciones en que desempeñan su tarea los militares, dado que reconocen que están sujetos a las decisiones globales del Poder Ejecutivo.
Qué cosa loca, ¿no? Viven en la miseria y trabajan con menos presupuesto que McGyver y no se quejan!! Un verdadero ejemplo de entereza y sacrificio.
Por supuesto, bueno sería que justo los militares vinieran a hacer reclamos sindicales, también...
[...] los militares destacaron que es imperioso que se continúe participando en las misiones de paz de las Naciones Unidas, dado que las mismas resultan un "instrumento indispensable" para obtener recursos. Como dato anecdótico, un soldado relató a un legislador su situación personal. "Habiendo estado en la misión de la ONU en el Congo, en un año progresé treinta", reconoció un soldado de Artillería, que con lo que le pagaron por la misión en Congo pudo comprarse una casa.
Sí, señor. Nuestros militares son tan recios y duros que no tienen ningún resquemor a la hora de cruzar medio planeta y plantarse cara a cara frente a peligros tales como agarrarse cualquier peste por andar revolcándose con minitas congoleñas o incluso arriesgarse a salir en el Washington Post dando explicaciones cuando resulta que dichas minitas son menores de edad; porque saben que es en pos de un bien mayor.
Si hay una imagen que ilustre el concepto de "inteligencia militar" mejor que estas tres caras, yo todavía estoy por verla.
(Click para ampliar)
Pero ojo, tampoco te vayas a quedar con esa imagen de que nuestros militares son sólo valientes gladiadores con temple de acero que necesitan usan pantalones tres talles más grandes para que no les queden apretados los voluminosos testículos con que cargan: Y es que con el mismo empeño con que ejercitan los bíceps, tríceps, cuádriceps y glútideps como para estar en forma para darles pa' que tengan y repartan las negritas o chinitas o lo que sea que son las congoleñas, también ejercitan todos los otros músculos del cuerpo --incluyendo al cerebro. Y como una imagen vale más que mil palabras y ya me estoy cansando de escribir, voy a dejar que sean ellos mismos los que lo demuestren con un ejemplo práctico, un paradigma de ingenio e inventiva. Nótese que la pieza que voy a presentar es un video -esto es, una imagen en movimiento-, así que equivale a Dios sabe qué millonaria cantidad de palabras.
Damas y caballeros, con ustedes, "El Charrúa" ...
... un avión manejado a control remoto, que lleva tres cámaras y tendría aplicaciones tanto en el campo militar (como herramienta de espionaje) como en el civil (como apoyo en caso de inundaciones o incendios).
Vamos a hacer la vista gorda, eso sí, y suponer que en este último caso el avión apoya a los equipos de rescate y no a la catástrofe en sí, como parecen haber entendido los periodistas de canal 10 según se aprecia en la imagen.
Nótese que sólo un ejército con verdaderos huevos como es el uruguayo es capaz de inventar un avión con verdaderos huevos que, a pesar de estar construido en algún tipo de plástico que no tiene mucha pinta de resistente que digamos, no tiene ningún temor de arriesgarse a un colapso instantáneo al sobrevolar incendios forestales para enviar unas lindas imágenes de pantallas completamente negras, que calculo que es lo único que se debe ver cuando se mira un incendio desde arriba, siendo que estaría uno metido en el corazón de una densa columna de humo.
Buscando imágenes para amueblar esta columna vine a dar con la presente instantánea (Click para ampliar). Si este efectivo uruguayo se ve sospechosamente similar a Woody Allen, eso se debe a que no es uruguayo sino norteamericano, y es que la imagen pertenece a este artículo. Si señor, el mejor proyecto que ha desarrollado la inteligencia militar uruguaya en las últimas décadas es robado de algo que estaban probando los yankis hace casi tres años.
En lo personal, me gusta creer que ellos archivaron el proyecto por inútil.
El Coronel Gonzalo Madeira, del Grupo de Artillería Nº1, afirma que el avión sirve para "obtener información de uso táctico detrás de las líneas enemigas". No sólo el pobre hombre sigue conservando ese delirio febril de que en algún momento el Uruguay puede llegar a plantársele a cualquier ejército del mundo el tiempo suficiente como para que siquiera puedan llegar a distinguirse dos líneas enfrentadas; sino que pretende pasar ese armatoste por encima de las cabezas del enemigo y supone que no se lo van a bajar de una pedrada. Oooh, muchacho...
Y además está muy contento porque se obtienen resultados "sin arriesgar vidas y por un costo menor". Algo me dice que a los altos mandos les preocuparía muchísimo más el costo de tener que reponer una de las cámaras de "El Charrúa" que se derritiera por el calor de un incendio, que el de tener que mandarle un par flores a la viuda de un miliquito raso que se carbonizó en vida porque resultó que no alcanzaba con mojarle un poco el uniforme para mandarlo a hacer un reconocimiento de la zona a pie
¡EN MI VIDA VI VOLAR TANTA CHANCLETA!!
Estamos sobrevolando Monrovia en estos momentos y los negros dale que es tarde!! Son las 11:33 pm y, media hora antes, este rincón de Africa se suma al aniversario de RANT.
Interlunio, corresponsal de RANT en Boing 727
Etiquetas: æclipse µattaru, ciencia
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